Golpe de calor: sepa cómo prevenir en escolares en retorno a clases
A medida que nos acercamos al inicio del año escolar, y en medio de temperaturas que superan los 30°C, surge la preocupación por el riesgo de que niños y adolescentes experimenten "golpes de calor". Este peligro se incrementa debido a la constante actividad física que realizan, ya que la temperatura de su organismo aumenta rápidamente sin la capacidad de liberarla, lo que podría dar lugar a daño cerebral o incluso a situaciones fatales si no se aborda de manera inmediata.
El Dr. Harold Castillo, especialista en emergencias de la Gerencia de Oferta Flexible (GOF) de EsSalud, explica que un “golpe de calor” surge debido a la pérdida de agua y sales minerales, lo cual afecta el sistema de regulación térmica del organismo cuando nos exponemos a temperaturas elevadas. Como resultado, se genera un sobrecalentamiento corporal que compromete el adecuado funcionamiento de los órganos.
“Los menores de edad son los más susceptibles ya que su temperatura sube más rápido que en los adultos, además su sistema de termoregulación y sus capacidades fisiológicas son menores y no siempre pueden expresar de forma clara sus sensaciones de calor o malestar, lo que puede retrasar la atención necesaria”, dijo el especialista.
Por eso, es importante identificar los primeros síntomas del “golpe de calor” en niños:
- Alteración del comportamiento, irritabilidad.
- Mareos, náuseas y vómitos. - Respiración acelerada.
- Dolor de cabeza.
Ante la identificación de alguno de estos síntomas, es crucial colocar al estudiante boca arriba en un área fresca y bien ventilada. Es recomendable aflojar cualquier prenda ajustada y aplicar compresas de agua fría en la cabeza, cuello, rostro, nuca y pecho. En caso de que el niño esté consciente, proporcionarle agua lentamente mientras se observa su reacción, y simultáneamente, contactar de inmediato con los servicios de emergencia hospitalaria.
KIT ESCOLAR PARA PREVENIR “GOLPE DE CALOR”
Durante la permanencia de los estudiantes en la escuela, es fundamental considerar las siguientes pautas: vestir prendas ligeras y de tonalidades claras, llevar consigo agua en recipientes capaces de conservar su frescura, incluir frutas jugosas en la lonchera, mantener el cabello recogido y utilizar gorras de ala ancha, así como aplicar protector solar. Además, los establecimientos educativos deben contar con espacios bien ventilados o implementar dispositivos que favorezcan la circulación del aire.
Sumado a esto, es recomendable evitar las formaciones tradicionales en el patio y considerar la instalación de toldos durante los recesos para proporcionar sombra. Se aconseja también evitar actividades prolongadas al aire libre y abstenerse de utilizar césped sintético en espacios deportivos, ya que estos pueden aumentar la sensación térmica del entorno.
El Dr. Castillo enfatiza la importancia de vestir a nuestros niños con prendas claras de algodón, frescas y ligeras al dirigirse al colegio o nido. Señala que las prendas oscuras tienden a absorber el calor, incrementando la sensación térmica y aumentando el riesgo de sufrir un golpe de calor. Además, destaca la relevancia de implementar pausas activas, permitiendo a los niños hidratarse cada dos horas.
“Asimismo, niños más pequeños o lactantes no van a manifestar que tienen sed o que están experimentando hipertermia. El golpe de calor en ellos se reconoce por una disminución en la diuresis, en la cantidad de orina que encontramos en los pañales, poca producción de lágrimas, ojos hundidos, mucosas secas, irritabilidad”, concluye.
CIFRAS
En el transcurso del presente año, el Seguro Social de Salud (EsSalud) ha documentado un total de 115 casos de “golpe de calor” a lo largo de todo el país, destacándose notoriamente en las regiones de Lima, La Libertad y Lambayeque. Se evidencia una tendencia al alza en las atenciones, especialmente durante el mes de febrero, impactando mayormente a niños y adultos mayores.
Durante los meses de enero y febrero, se han registrado un total de 12 casos de “golpe de calor” en menores de edad. Asimismo, se han reportado 13 casos en adolescentes a nivel nacional. La adecuada gestión y aplicación del protocolo médico desde la manifestación inicial de los síntomas ha demostrado ser crucial para el control y diagnóstico efectivo de esta condición.