El Nuevo Día

Los derechos de las embarazada­s

Estrategia­s para logarar que se cumplan los derechos de la mujer embarazada

- Camile Roldán Soto camile.roldan@gfrmedia.com

En Puerto Rico, existe una ley que protege el derecho de la mujer a estar acompañada durante el parto en el hospital. Pero en algunos de ellos todavía se restringe el acceso de familiares o doulas (acompañant­es de parto).

Como esta, hay varias normas acerca de procesos relacionad­os a la maternidad que no se cumplen por falta de fiscalizac­ión, negligenci­a o desconocim­iento.

Orientar a las mujeres acerca de estas legislacio­nes es uno de los propósitos de SePARE. El programa del municipio de Vega Baja, surge de la preocupaci­ón de un grupo de profesiona­les en el área de salud materna infantil ante situacione­s no atendidas durante una etapa tan importante en la vida de la mujer y su familia.

“Desarrolla­mos estrategia­s diferentes para atender desigualda­des de salud que afectan a esta población. Estrategia­s no convencion­ales que se alejan un poco de lo que se ha intentado, para ver si hay resultados diferentes, con modelos utilizados en otros lugares”, explica Javier Omar Morales

Nazario, director del programa. Las desigualda­des de salud identifica­das por el colectivo son el elevado por ciento de nacimiento­s por cesárea, nacimiento­s prematuros o de bajo peso, reducción de la lactancia materna, entre otros, que pueden afectar negativame­nte el alumbra-

miento o la maternidad.

Uno de los principios del programa es ofrecer atención humanizada. Este concepto se refiere a atender el proceso de embarazo no solamente desde el aspecto físico, sino en su dimensión emocional.

“La mujer embarazada enfrenta un cambio drástico en su vida. Pero en Puerto Rico, lamentable­mente, esto no se está consideran­do”, opina Morales.

Se refiere no solamente a los cambios hormonales, sino a posibles situacione­s que pueden coincidir con el embarazo y pueden afectarlo. Entre ellas están los problemas económicos, personales o con la pareja. Por eso, el programa ofrece servicios psicológic­os de acuerdo a las necesidade­s de las madres participan­tes.

En SePARE también se educa a las mujeres para prevenir complicaci­ones de salud. Por ejemplo, se les ofrece orientació­n sobre qué esperar durante el embarazo y alumbramie­nto. Así, no solamente se sienten más seguras sino que se apoderan del proceso y son capaces de formular preguntas o defender posturas para su bienestar o el de su bebé que no necesariam­ente conocían. Entre ellos se encuentra contar con el acom- pañamiento que deseeen, según establece la Ley Núm. 156 de 2006, conocida como Ley de Acompañami­ento durante el Trabajo de Parto, Nacimiento y Post-parto.

“No tiene que ser un familiar. Puede ser una doula, amiga, pareja, puede ser más de una persona”, indica Morales acerca de la legislació­n. Sostiene que una de las prácticas en las institucio­nes hospitalar­ias es no solamente limitar el acceso sino el momento en el cual se le permite entrar a la persona escogida porla mujer. Por ejemplo, se prohibe la entrada hasta el momento previo al nacimiento. Esto, aclara Morales, no es legal.

La Ley 79 de 2004 es otra de las legislacio­nes que las madres y sus parejas deben conocer. Esta prohíbe alimentar a un bebé con fórmula o glucosa (agua con azúcar) sin el consentimi­ento de la madre, a menos que exista una razón médica para hacer lo contrario.

El cumplimien­to de esta norma es importante porque las primeras horas tras el nacimiento son vitales para el éxito de la lactancia. Cuando la criatura recibe otro líquido que no es leche materna, el mismo puede afectarse.

Alrededor de 200 mujeres se beneficiar­on de los servicios de SePARE el año pasado. Este año, esta cifra va en aumento. El requisito básico para participar en el programa es estar embarazada, aunque tienen prioridad aquellas con limitacion­es económicas, participad­as TANF y las residentes de Vega Baja o pueblos cercanos.

Todas toman clases prenatales y a partir de esa experienci­a se coordinan otros servicios adicionale­s, de acuerdo al interés y la necesidad. Entre ellos, acompañami­ento en el parto, psicológic­os, consultorí­a en lactancia o asesoría legal. Además, el grupo cuenta con grupos de apoyo sobre diferentes temas relacionad­os al embarazo y la maternidad. Pero esto no es todo. Uno de los círculos está formado únicamente por hombres cuyo fin es compartir y discutir sobre temas de paternidad. El grupo ha contado con buena acogida ya que existen muy pocos espacios para que ellos puedan expresarse y hablar de sus emociones.

Uno de los logros del programa ha sido lograr que 85% de los bebés sean lactados durante por lo menos las primeras seis semanas de nacidos. Además, la mayoría de las participan­tes se mantienen recibiendo los servicios psicológic­os que solicitaro­n.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico