¡A volar chiringa en La Perla!
Por segunda ocasión, el artista Chemi Rosado Seijo organiza el Festival de Chiringas en La Perla Más de 130 chiringas fueron elaboradas por residentes de la comunidad
En un domingo habitual las familias puertorriqueñas visitan el Castillo San Felipe del Morro para volar chiringas con sus hijos.
Sin embargo, según el artista plástico Chemi Rosado Seijo, la verdadera tradición no comenzó allí, sino en un espacio adyacente que mientras para algunos es su hogar entrañable, para otros sectores es un “hoyo excluido”, como describe el artista.
Tan pronto conoció este dato, el vegalteño dirigió sus esfuerzos como creativo y líder comunitario a la comunidad La Perla del Viejo San Juan con el fin de restablecer la olvidada tradición.
Para llegar a los residentes les habló de historia, de arte y de acción social; de cómo su primer proyecto en el Cerro de Naranjito favoreció a quienes se involucraron.
El artista cuenta que cuando lo escucharon, no hubo nada más que decir, les ofrecieron su apoyo para llevar a cabo la iniciativa de “levantar el barrio por encima de la muralla”.
De este encuentro entre el artista y la comunidad, nació el Festival de Chiringas Retrato de la Perla que el día de ayer se celebró por segunda ocasión con la participación de residentes, artistas, voluntarios, visitantes y artesanos de la chiringa, quienes se llaman entre sí “chiringueros”.
Los preparativos para esta segunda edición comenzaron hace un mes cuando Rosado, gestor del pro- yecto, anunció a la junta comunitaria que el proyecto “Creative Capital” que lo becó le dio suficientes fondos como para repetir el evento.
Desde entonces, adultos y niños se inscribieron en los talleres de elaboración de chiringas impartidos semanalmente en el Centro Comunal de La Perla.
Allí se familiarizaron con las técnicas de preparación de cometas utilizando materiales reciclables del área como “varillas de palma” y el “papel vejiga” que proviene del exterior, explicó Juan Ortiz, creador de chiringas hace cuatro décadas.
“Crecí en Vega Alta donde en cada festival permanece esta tradición. Un día Chemi fue a nuestro carnaval y vio una de mis creaciones, me contactó y me habló de sus preocupaciones por La Perla. Acepté ayudarlo porque esto verdaderamente me encanta”, añadió el “chiringuero” que viaja la Isla ofreciendo talleres similares.
Además de Ortiz, entre los artesanos que impartieron talleres ayer en la celebración estaba Herminio Albarrán y Rafael Ramírez Rivera. También Manuel Crespo y Roberto Viruet.
Al finalizar el taller, todos y todas pasaron a las áreas próximas al mar para volar las chiringas. Así se regeneró el vínculo entre residentes de La Perla y los visitantes.
CRUZARON LA MURALLA. Alguien que separó la fecha tan pronto se enteró del proyecto fue Damaris Roure, de 39 años. La candidata a doctorado en psicología clínica de la Universidad de Puerto Rico comentó que siempre colabora en proyectos comunitarios similares porque es la única forma de integrarse a comunidades rezagadas. “No se puede actuar desde afuera”, afirmó.
Por otro lado, otra entusiasmada era la secretaria de la Escuela de Artes Plásticas, Charlotte Rodríguez que describió la “nueva experiencia como espectacular más sensible”.
“Para mí como adulta es genial, pero para los niños que ven como la gente viene y se interesa, esto no tiene palabras”, expresó mientras se cuestionaba porqué si el festival era en La Perla, era en El Morro donde mayor cantidad de cometas flotaba.
“Todavía los estereotipos siguen siendo fuertes, no se atreven a bajar”, le respondió Chemi Rosado, quien a principios de mes recibiera la Beca Robert Rauschenberg al “Artista como Activista”.
“Todavía los estereotipos siguen siendo fuertes, no se atreven a bajar”
CHEMI ROSADO SEIJO Artista plástico, al explicar por qué más gente acude a volar chiringas
en El Morro que en La Perla.