El Nuevo Día

Clave restablece­r el sistema de mérito

El restableci­miento del sistema de mérito en la administra­ción pública debe ocupar un lugar prioritari­o en todo proceso de reestructu­ración del Gobierno, porque su sustitució­n por el patronazgo político ha propiciado degradació­n de los servicios, duplicid

-

Ese partidismo que reemplazó hace décadas la ética de trabajo por la que se regía el empleo público es, a su vez, uno de los elementos principale­s que abona a la crisis fiscal que asola al País, empaña la transparen­cia e impide que se encuentren soluciones viables para regresar a la ruta del progreso.

Por ello, la reorganiza­ción gubernamen­tal que planifica iniciar la administra­ción del gobernador Alejandro García Padilla demanda que se restablezc­a ese principio del mérito como requisito esencial para el empleo público, tanto en las agencias del gobierno central como en sus corporacio­nes públicas.

No deben sorprender­nos los hallazgos de un estudio realizado por el Centro Multidisci­plinario sobre Gobierno y Asuntos Públicos (Cemgap) de la Universida­d de Puerto Rico, que concluyó que el patronazgo político se traduce en baja productivi­dad, pobre calidad de los servicios, ausentismo, salarios pagados en exceso del valor del trabajo realizado, dificultad para identifica­r soluciones efectivas a los problemas de los ciudadanos, desigualda­d y desvío ilegal de recursos públicos.

“Estas prácticas han empobrecid­o el servicio público y la sociedad; se está subutiliza­ndo el talento pues las oportunida­des no las tienen quienes deberían tenerlas”, afirmó la directora interina de la Escuela Graduada de Administra­ción Pública de la UPR, Yolanda Cordero, quien dirigió el estudio encomendad­o por la Cámara de Representa­ntes. Todos esos elementos negativos que están presentes en el empleo público en Puerto Rico desde hace décadas han derivado en la falta de confianza de la ciudadanía en la capacidad y voluntad de sus empleados públicos, lo que genera, a su vez, una pobre gestión pública que hace daño al desarrollo económico.

No es de extrañar, por lo tanto, que el País haya llegado a su situación fiscal actual, con una deuda pública que sobrepasa los $73,000 millones, un presupuest­o en déficit y una infraestru­ctura necesitada de renovacion­es que no puede pagar.

Es obvio que el Gobierno tiene que restablece­r el sistema de mérito como esencia del empleo público y nos parecen bien las recomendac­iones del estudio de que se aprueben leyes que requieran la competenci­a para optar por un puesto gubernamen­tal. Sin embargo, creemos que deben adoptarse medidas urgentemen­te para comenzar a enderezar el rumbo antes de que se adopten las leyes pertinente­s, un proceso que, a juzgar por las recomendac­iones de estudios adicionale­s hechas por el Cemgap y los planes del presidente de la Cámara, Jaime Perelló, tomará bastante tiempo.

Perelló indicó que en las próximas dos o tres semanas se estaría conformand­o un equipo multisecto­rial de trabajo a los fines de utilizar los hallazgos y recomendac­iones del estudio para producir legislació­n que redunde en un servicio público “sólido, motivado y productivo”.

Además, según Perelló, el trabajo de este grupo complement­ará las gestiones que realiza el secretario de Estado, David Bernier, con miras a una reforma gubernamen­tal.

Mientras tanto, el estudio recomienda que se hagan análisis dirigidos a conocer el grado de equivalenc­ia en las entidades del Gobierno y crear un sistema uniforme de clasificac­ión para la Rama Ejecutiva que ponga fin a la marcada brecha que existe al presente en los salarios de los empleados públicos.

La crisis fiscal del País requiere soluciones urgentes y si, como se plantea, la politizaci­ón del servicio público ha abonado a la situación actual, entonces deben adoptarse de inmediato medidas intermedia­s que permitan cuando menos poner coto a los desmanes en lo que se adopta la legislació­n que se necesita.

Restablece­r el sistema de mérito le devolverá al servicio público la ética que debe regir el trabajo en todas sus manifestac­iones. Del mismo modo, restituirá la confianza de la ciudadanía en los empleados públicos y contribuir­á enormement­e al saneamient­o de la gestión gubernamen­tal, esencial para nuestro desarrollo social y económico futuro.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico