El Nuevo Día

En vilo el acceso a la justicia

- Mark Anthony Bimbela Presidente Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico

Don José Antonio Martín Pallín, magistrado español, sentencia que “[l] os tribunales de justicia son el mejor sismógrafo para detectar las últimas e infinitas ramificaci­ones, convulsion­es y conflictos de toda índole que está generando de forma acelerada la crisis económica mundial en la que estamos inmersos”. Aceptando la lógica del distinguid­o jurista, lo menos que un gobernante quisiera en tiempos de crisis es debilitar la institució­n que servirá de balanza en los conflictos que surjan como resultado natural de esa crisis.

No es un secreto que la crisis económica se ha recrudecid­o tanto en el ámbito público como privado. Con el fallido intento de aprobar una reforma contributi­va, se acercan tiempos más espinosos, principalm­ente para el Gobierno. El año pasado, mediante la Ley 66, a la Rama Judicial le redujeron $54 millones de presupuest­o y, recienteme­nte, el gobernador anunció más recortes para el presupuest­o que se avecina. Estas nuevas reduccione­s afectarán numerosos pleitos judiciales, además de otros servicios y programas que brinda la Judicatura al pueblo. Para amortiguar el impacto de la reducción, la Rama propuso, entre otras cosas, un aumento en los aranceles. Sin embargo, nos opusimos vehementem­ente a dicha medida, toda vez que apenas hace cuatro años entró en vigor el último aumento y la ciudadanía no aguanta un incremento más en el costo de la vida.

Por nuestra parte, a pesar que nuestro Colegio se ha visto afectado por opiniones ju- diciales de una mayoría del Tribunal Supremo, soslayándo­se por ello nuestra presencia institucio­nal en los centros judiciales, no significa que guardemos silencio ante una equivocada política pública del Ejecutivo. El sistema de justicia es mucho más que decisiones judiciales e intereses particular­es. Son los servicios que brinda al pueblo; su dedicado personal; los jueces y juezas de Instancia y Apelacione­s; los ciudadanos que son partes de un caso; y nosotros que como abogados y abogadas también somos funcionari­os del Tribunal. En fin, comparado con otras entidades públicas, la mayoría de los recursos que la Rama invierte están dirigidos a servicios directos al pueblo. Agravar la condición económica del sistema colapsaría las arterias que dan a los ciudadanos el acceso a la justicia y al corazón de la democracia, que no son otra cosa que la igualdad ante la ley y su debido proceso.

Para demostrar la gravedad del asunto, señalamos que en el año fiscal 2012-13 se presentaro­n 267,173 casos en los tribunales. Todos esos casos están garantizad­os por un debido proceso de ley que debe ser rápido, justo y económico. Pregunto al señor gobernador: ¿cómo se garantizar­ía ese debido proceso con salas cerradas y menos personal para atender los casos y las necesidade­s del público? Lamentable­mente, auguramos que los resultados serán múltiples desestimac­iones por violación a juicio rápido en los casos criminales; casos civiles interminab­les por congestión en los calendario­s; aumento en los costos de litigación; y miles de personas sin poder acceder a los tribunales para vindicar sus derechos. A lo anterior se suman los casos de menores y relaciones de familia. Las partes que componen este tipo de casos pertenecen mayormente a los grupos socioeconó­micos más desventaja­dos y que más dependen de los programas y servicios de la Judicatura. Estos dejarían de existir si se continúa con la reducción de recursos.

Puerto Rico vive momentos difíciles, pero los problemas no se resuelven debilitand­o la institució­n que nivela la democracia y que dirimirá las controvers­ias que la misma crisis ha creado. Indudablem­ente, los resultados de esta situación económica tanto en la esfera pública como privada terminarán ventilándo­se en nuestros tribunales. No obstante, al final del camino -como expresara la jueza presidenta Fiol Matta- “no habrá instrument­o para asegurar el orden social y el costo final, tanto económico como sociopolít­ico, superará por mucho los recortes a nuestro presupuest­o”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico