Logra el trabajo que siempre soñó
La actriz Elizabeth Banks regresa a “Pitch Perfect” como actriz y también como su directora
LOS ÁNGELES.- Todo el mundo le advirtió que no filmara al aire libre el concierto final de Pitch Perfect 2. Era junio en Baton Rouge, Louisiana. El calor era abrasador. Era temporada de huracanes. Y tendrían que construir todo un escenario y contratar a cientos de extras para que luciera creíble. Pero Elizabeth Banks sabía lo que quería.
“Yo seguía diciendo, ‘No me importa, se va a ver genial, tenemos que hacerlo’”, dijo la actriz, productora y, ahora, directora debutante.
Tomó casi un mes construir el escenario inspirado en el Festival de Glastonbury. Y en cuanto a los extras, la producción hizo una convocatoria para los fans de Pitch Perfect y más de tres mil personas se presentaron.
La tarea masiva tomó cuatro noches enteras de rodaje, múltiples cámaras, actuaciones elaboradas y una tolerancia para picaduras de insectos mis- teriosos. Banks incluso asumió la responsabilidad de mantener la energía de la multitud y salió varias veces al escenario a animar al público con las propias “Bellas” de la cinta.
No es un secreto que Pitch Perfect tiene seguidores por montones. La modesta comedia de Universal Pictures del 2012 sobre un grupo universitario de cantantes a capella (las Bellas) recaudó $113 millones a nivel mundial y $103 millones adicionales en ventas de vídeos.
Cuando los planes para una continuación empezaron a cuajar, el director del primer filme, Jason Moore, se había comprometido a rodar la comedia de Tina Fey y Amy Poehler Sis
ters y Pitch Perfect 2 necesitaba un nuevo director. Banks, conocida por sus papeles en
The 40-Year-Old Virgin y The Hunger Games, había estado pensando en dirigir. Dirigió obras teatrales en la Universidad de Pensilvania y había asumido proyectos pequeños en los últimos años para aprender tanto como pudiera. Además, como productora y actriz en la primera película, ya conocía el mundo a cappella y contaba con la confianza de las actrices Anna Kendrick y Rebel Wilson.
“Justo cuando iba a levantar la mano para hacerlo, el estudio dijo, ‘¿por qué no lo haces tú?’”, relató.
Las Bellas, esta vez, intentan volver a la cima tras haber sufrido una sonada vergüenza.
“Ciertamente no había planificado debutar como directora con un musical gigante”, expresó riendo. Pero accedió y se dispuso a hacer que todo fuera más grande: los vestuarios, las actuaciones, la inversión. Incluso hay un cameo de los super-fans de Pitch
Perfect , los Green Bay Packers. “Siento que tengo más que ofrecerle a este negocio y que estaba siendo infrautilizada”, comentó Banks de su papel como directora y productora. “Sabía que probablemente esto iba a cambiar mi vida. También sabía que tenía que aceptar. Las mujeres no solemos recibir estas oportunidades”.
EL COSTO DE UN RETO. Para los más de cuatro meses de filmación, Banks se mudó a Baton Rouge con su esposo, el productor Max Handelman, y sus dos hijos y vivió “como un monje”. Pasaba 12 horas en el set, tanto tiempo como podía con los niños, y dormía. “Soy una maravilla haciendo mil cosas al mismo tiempo como todas las mamás que conozco. Eso ayuda”, destacó.
“Trabaja duro. Es extremadamente preparada. Se lo toma muy en serio”, apuntó Handelman sobre su esposa. “No hubo una sola persona que preguntara ‘¿qué sabe esta directora debutante? ¿qué sabe esta actriz?’. Controló 100% a un equipo que era de hombres en un 90%”.
Aunque Banks reconoce que probablemente superó las expectativas de muchos, también se apresura a poner las cosas en perspectiva.
“No estaba realizando una cirugía cerebral. Ninguna vida estaba en mis manos... No estoy esquivando balas en Afganistán. Sólo estamos haciendo una película. Tiene que ser divertido. Si no lo es, lo estás haciendo más difícil de lo que tiene que ser”, finalizó.