Se las inventan en centros de cuido
Encaran el racionamiento con cisternas, agua embotellada y platos desechables
Como cualquier casa de familia o negocio en las zonas afectadas por el racionamiento de agua, los centros de cuido para niños tampoco han escapado de tener que lidiar con la escasez.
Al momento, no obstante, parece que muchos podrán sobrevivir el golpe, gracias a diversas estrategias como la instalación de cisternas, la compra de agua embotellada y cubiertos y platos desechables, y el uso de toallitas y líquido para lavar las manos. No obstante, expresaron preocupación por el impacto de la extensión del racionamiento a 48 horas.
“A nosotros el racionamiento no nos afecta de inmediato. Tenemos cisterna, y recibimos desayuno y almuerzo de Comedores Escolares”, dijo Anirak Rodríguez, maestra de Discovery Steps, en Carolina, añadiendo que no consumen agua para fregar porque usan materiales desechables, y que compran agua embotellada para que beban los niños y niñas que reciben.
Pero otros centros de cuido no son tan afortunados de contar con cisternas ni con el suministro de alimentos de Comedores Escolares.
En Baby Mimos, en Carolina, la maestra Carmen Vázquez admitió que la situación “se está haciendo un poco difícil a la hora de cocinar y de usar los baños”. Para resolver, recurren a las toallitas y el ‘hand sanitizer’. Por otro lado, están comprando más galones de agua y almacenando en más recipientes. “El centro no lo podemos cerrar, porque no queremos afectar a los papás que están trabajando”, afirmó Vázquez.
La escena es similar en el Castillo Infantil, también en Carolina, cuya directora Madelin Feliciano dijo que la cisterna con la que cuentan les ha ayudado a lidiar con el racionamiento.
“Otra cosa que hicimos es que le cerramos el grifo a los nenes. Uno les enseña a bajar la cadena, pero con esta situación lo estamos haciendo nosotros”, dijo Feliciano, añadiendo que también han recurrido a los platos y cubiertos desechables, el ‘hand sanitizer’, y el agua embotellada.
El centro tampoco contempla cerrar. “Con los ajustes creo que estamos funcionando bastante bien. No hemos tenido quejas de los padres”, aseguró Feliciano.
Algunos padres, de hecho, agradecieron que los cuidos se mantengan funcionando.
Al recoger a su nieta de Castillo Infantil, Eduardo Aulet opinó que “si cerrara tendría a las nenas más tiempo en casa y sería más difícil. Yo tengo una nena impedida, pacientita de cáncer, y esto se hace bien difícil. Los primeros días con el cubito es graciosito, pero luego es cuesta arriba”.
A las afueras de Baby Mimos, Glorimar Fargas aseguró que si cerraba el cuido, “no tengo donde dejar a mi hijo, no tengo un familiar que me ayude. Y no puedo llevarlo al trabajo. Tendría que dejar de trabajar”.