Nuestros graduados
En las ceremonias de graduación del Recinto de Ciencias Médicas he sido testigo - con beneplácitode que cuando mencionan los planes futuros de estos recién egresados, un número considerable de ellos expone haber determinado quedarse en Puerto Rico. La satisfacción de saber que tenemos a un nuevo profesional cuyos planes son servir a su patria y a todos lo que vivimos en esta Isla es inmensa. Estos profesionales validan la misión de la Universidad de Puerto Rico de aportar a la calidad de vida del País. Al anunciar, nombre tras nombre, a los doctores que estarán prestando sus servicios en los diversos pueblos de Puerto Rico, la alegría era evidente entre todos los presentes.
No obstante, considero que debemos ser justos también con el que -por las razones que sea- decide emigrar temporera o permanentemente. Las circunstancias particulares las conoce cada cual. A ellos, mis mejores deseos de éxito y exhortación a llevar a la UPR en sus pensamientos. Que la distancia no sea impedimento para mantener el vínculo con su alma máter. A nosotros también nos llena de orgullo saber de su éxito, del servicio loable, competente y humano que ofrecerán desde cualquier lugar del mundo donde se encuentren.
Regresando a los que se quedan, a los que nos quedamos, tenemos una gran responsabilidad y oportunidad ante los retos económicos y sociales que enfrentamos. Somos nosotros, todos los profesionales, a quienes nos corresponde echar al País hacia adelante. El Gobierno por sí solo -sea rojo, azul o verde- no resolverá todos los problemas graves y crónicos que tenemos como pueblo. Creer eso es escuchar cantos de sirena que sólo sirven para entretener al votante en procesos eleccionarios.
La responsabilidad del Gobierno es ser facilitador y tomar las decisiones que sean más pertinentes para enfrentar los retos colectivos. Somos nosotros, al levantarnos cada día a trabajar, a servir, a producir y a aportar, los que vamos a hacer la diferencia. Todos trabajando para que Puerto Rico sea un mejor país.