A cuidar el tinglar en noche de fiesta
Protectores públicos y privados del ambiente piden a boricuas y turistas que velen por esta especie protegida
Cuando hoy miles de puertorriqueños y turistas inunden las playas del País para celebrar la Noche de San Juan, unas inocentes criaturas en peligro de extinción pudieran estar llegando a las costas a depositar sus huevos o unas pequeñas tortuguitas pudieran estar saliendo de entre la arena para adentrarse al mar.
Por ejemplo, la agrupación que vela en el Condado por los nidos de tinglares, 7 Quillas, espera por dos hembras para que desoven y que un nido eclosione en cualquier momento.
Por tal razón, la secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen Guerrero, y voluntarios de la Red Tortuguera de Puerto Rico, integrada por 12 grupos, solicitaron a los bañistas que si acuden a las playas no causen daño a los nidos identificados, no molesten el proceso de anidaje de las tortugas, se lleven la basura al momento de abandonar las playas y no pongan música alta a menos de 15 pies de un nido.
“Queremos hacerle un llamado a la ciudadanía, un llamado a que se conviertan en nuestros aliados en la protección de nuestras playas y nuestros recursos naturales, particularmente llevándose la basura (que produzcan) en la Noche de San Juan, que nos ayuden a mantener nuestras playas limpias. Pero, sobre todo, que nos ayuden a proteger todos los nidos de tinglar que tenemos a través de todo Puerto Rico”, sostuvo Guerrero en una conferencia de prensa efectuada frente a uno de los nidos que se encuentra cerca al Parque del Indio, en el Condado.
Según el biólogo Carlos Diez, en esta temporada de anidaje se han contabilizado 1,720 nidos de la tortuga más grande del mundo. De estos, hay 34 nidos en la costa entre el Condado e Isla Verde, lo que representa un récord.
La cantidad mayor de nidos reportados entre el Condado e Isla Verde fue en 2013, con 18 nidos, precisó Diez.
Este aumento en llegada de tinglares tiene en ánimo de “fiesta” a los líderes que forman el grupo 7 Quillas, quienes velan de forma voluntaria los nidos del Condado y Ocean Park.