Los informes Tobin y Krueger
Mucho antes de los informes Tobin y Krueger se mencionaba el estado económico del gobierno y sus agencias. Por años para cada problema se creaba una agencia pero no se solucionaba en definitiva el problema. Por años los economistas y expertos de administración pública y administración de empresas manifestaban su preocupación cómo se manejaban los asuntos fiscales y gubernamentales.
En tiempos recientes han manifestado y advertido a la clase política que gobierna que la reingeniería, los despidos masivos, la reducción de derechos adquiridos, la reducción de la jornada laboral, la reducción de salarios ya establecidos y el traslado de empleados por consolidaciones y eliminaciones de agencias y entidades no tendrá un efecto positivo de la deuda pública si no se lleva a cabo de manera sensible, responsable y equitativamente.
Hay mucho que hacer en gobierno de Puerto Rico, nadie podría cuestionar. Sin embargo la clase política por décadas ha fla- queado en su gestión de desarrollo económico y bienestar social.
Sí, es cierto, que hace falta un cambio una transformación profunda la ruta a seguir para ese cambio está en no repetir la historia, en no replicar aquellas acciones que nos han llevado al estado precario económico, social, y político en que estamos. Creando comisiones para cada problema sin las acciones a lograr esos cambios y transformaciones, el cambio no se presentará, sino por vía de aprender de las lecciones del pasado, no volver a ese pasado significa no culpar a otros por las acciones propias.
Culpar a los trabajadores y atacarlos en la médula de sus derechos adquiridos no resolverá los problemas de fondo del gobierno y del país ni contribuirá a tener una sociedad en pacífica convivencia, pacífica en sí misma y dispuesta a responder al estado que los apoyara y respetara por la labor que realizan a favor de su prójimo.
Víctor Leguillow Velázquez