Se deben unir los esfuerzos
Los esfuerzos para tratar a los suicidas están divididos. Ni los protocolos se respetan. La semana pasada, un amigo sin hogar que a veces pernocta en mi casa, entró en crisis, se iba a tirar por el balcón y llamó pidiendo ayuda. Dicen los vecinos que llegaron dos patrullas policiacas, una ambulancia y se lo llevaron. Todo lo hizo sin que me percatara.
En la mañana del otro día, buscando ayuda hablé con una doctora de Assmca. En poco tiempo, me llamó para decirme que lo localizó en el CDT de Guaynabo. Cuan sorprendido quedé cuando al unísono, por otro teléfono, estaba la vecina diciéndome que un vehículo municipal lo estaba dejando frente al condominio.
Resulta que estaba borracho y según la doctora, los paramédicos no lo podían llevar a una institución siquiátrica por que el protocolo establece que debe ser estabilizado primero y después ser transferido. Establecido está que el personal del CDT no siguió el protocolo. Más aún, el riesgo fue mayor al llevarlo de nuevo al lugar de donde se quería suicidar y estaría sólo. Peor aún, conociendo que ellos lo medicaron y que él expresó que no tiene residencia ni transportación, le consiguieron una cita para ese mismo día en APS de Bayamón.
¿Qué pasó? Pues no fue a la cita y al día de hoy, sigue con los intentos suicidas y no tiene a nadie que lo lleve a una institución siquiátrica o pida que le apliquen las leyes para los servicios de forma involuntaria.
La prevención del suicidio es de todos y se deben unir esfuerzos. No es, cada uno por su lado.
José A. Ortiz Aponte,
San Juan