Baloncelistas acuartelados
Felicito a los 16 baloncelistas que aceptaron acuartelarse en la Universidad de Louisville con miras al torneo clasificatorio para las Olimpiadas de Río 2016. Es un orgullo y un grandísimo honor poder representar al país. Eso es tener dignidad, sentir y demostrar amor hacia Puerto Rico.
Cuando en la Isla existía el servicio militar obligatorio los que no se presentaban al examen físico y se negaban a servir recibían un castigo que podía conllevar hasta cárcel. Les llamaban desertores, renegados, traidores.
Me atrevo a afirmar que si el equipo de baloncesto de Estados Unidos hubiera invitado a practicar a estos canasteros puertorriqueños con miras a formar su equipo, no lo hubieran pensado dos veces. Eso hubiera inflado sus egos de por vida. Estos baloncelistas saben que hacen falta en el equipo por sus destrezas y atributos físicos. ¿Qué quieren, que los directivos del baloncesto se arrodillen ante ellos, les pidan perdón por cualquier ofensa y les supliquen que se unan a los demás?
Soy humacaeña y sentía mucha admiración por nuestra única representación en el baloncesto superior e internacional. Ahora lo siento, pero estoy avergonzada.
Elena Martínez, Humacao