The Man from U.N.C.L.E revive en el cine
La película, basada en una serie de televisión de los 60, es entretenida de principio a fin
Los mejores filmes del director Guy Ritchie ( Lock, Stock and Two Smoking
Barrels , Snatch ) se distinguen por un punto de vista distintivo que mezcla una sobredosis de testosterona con humor negro y un estilo audiovisual agresivo e impredecible.
Para The Man from U.N.C.L.E, el nuevo filme del director que estrena hoy en Puerto Rico, el cineasta opta por un estilo aún más convencional que el que utilizó para sus filmes de Sherlock Holmes con Robert Downey Jr. El resultado es una película que es efectiva y entretenida de principio a fin pero no particularmente memorable.
Fuera de dos o tres momentos, la producción no cuenta con la chispa distintiva de su director. Esto en realidad no es un problema como tal, pero la conclusión del filme claramente indica que Warner Brothers le encantaría convertir esto en una franquicia. Sin embargo, la película que llega hoy a los cines es una aventura retro de espías que ha sido producida para ser olvidada el minuto que el espectador salga de la sala. Los momentos en que Ritchie sí logra manifestarse como director dan una clave de que esto pudo haber sido un filme mucho más inteligente y sofisticado, y no uno promedio.
Al igual que las diferentes encarnaciones de Mission Impossible para la pantalla grande, la trama de esta versión de The Man fron U.N.C.L.E funciona independientemente de que el público tenga memoria de su primera encarnación como serie de televisión en la década de los sesenta. El guión de Ritchie y Lionel Wigram ( Sherlock
Holmes) comienza a principio de los sesenta con el primer choque entre Napoleon Solo ( Henry Cavill), un agente estadounidense de la CIA, e Illya Kuryakin (Armie Hammer), un operativo ruso de la KGB. Ambos están tratando de interceptar a Gaby (Alicia Vikander), la sobrina de un científico alemán que ha cambiado su pasado con los Nazis para construir una bomba nuclear para un villano misterioso. Al no poder cumplir con su misión por sí solos, las respectivas administraciones de los protagonistas deciden unir fuerzas para poder detener la posibilidad de un ataque terrorista. Con este viraje básico, el filme concreta una formula que no explota del todo: la Pareja Dispareja en un contexto de acción retro.
Resulta curioso que Ritchie reciba crédito como guionista en esta producción dado que varios de los obstáculos a su dirección vienen directo del libreto. La forma convencional en que se maneja la exposición para dar el trasfondo de los personajes principales parece aburrir por completo al director. Este parece estar más interesado en resaltar el arte y la moda de la época que en delinear a sus personajes de una forma innovadora. De la misma forma, a pesar que la misión es particularmente simple, el guión nunca da detalles de qué exactamente tienen que hacer los dos agentes para poder lograr su objetivo de una forma genuinamente emocionante.
Este enfoque unidimensional afecta el desempeño del elenco principal. El carisma de Henry Cavill en la pantalla grande sigue siendo indiscutible, pero su rol es básicamente un clon estadounidense de James Bond sin la chispa sensual de Sean Connery o la agresividad de Daniel Craig. El actor sí logra divertirse con el acento que ha creado para este personaje, que parece indicar que siempre está aburrido mientras observa todas las formas en que puede salir hacia adelante. Pero fuera de eso, el actor no tiene muchas otras oportunidades para pasarla bien o demostrar su efectividad como héroe de acción. Por su parte, Hammer tiene un poco más con que trabajar, dado que su personaje sufre de un temperamento volátil que siempre es puesto a prueba. Aún así, este matiz se convierte repetitivo mucho antes de llegar al final del filme.
Al no tener que cargar la trama, los actores secundarios tienen más opor- tunidades de sobrepasar las limitaciones del libreto. Alicia Vikander confirma que puede lograr que cualquier cliché de este género resulte interesante, aunque su personaje se ve obligada a tener una relación romántica con Hammer que es desarrollada a medias. Mientras que Elizabeth Debicki reafirma la efervescencia sofisticada que distinguió su trabajo en
The Great Gastby, con un rol que la pone en control de todas las tendencias violentas de la trama.
A diferencia de otras producciones, todas estas debilidades no se convierten en un obstáculo para el entretenimiento que provee esta versión de
The Man from Uncle. Aún así, los momentos en que Ritchie logra romper con su enfoque superficial son evidencia de una película que pudo haber sido superior a esta.