El Nuevo Día

Vía abierta de comunicaci­ón

EE.UU. cree que la diplomacia acabará imponiéndo­se y el diálogo llevará a relaciones normales con Cuba

- Benjamín Morales Meléndez Especial El Nuevo Día

LA HABANA.- Los cuerpos diplomátic­os de Estados Unidos y Cuba cumplieron con las órdenes de sus presidente­s Barack Obama y Raúl Castro de restablece­r relaciones y abrir embajadas. La pregunta obligada es: ¿qué sigue? El Nuevo Día entrevistó en La Habana a Justen Thomas, portavoz del Departamen­to de Estado estadounid­ense, quien dio la visión de su gobierno sobre los pasos a seguir en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Se completó la fase principal de la orden dada por los presidente­s Castro y Obama de abrir embajadas y reanudar relaciones, ¿y ahora qué? ¿Cuál es la ruta? —Yo diría que se completó un primer paso en ese proceso de normalizac­ión que va a ser largo y complejo. No tenemos relaciones con Cuba, pero tenemos relaciones diplomátic­as con Cuba. Eso quiere decir que tenemos una avenida por la cual podemos conversar con el gobierno de una manera más productiva, más eficiente, y también tener contacto con el pueblo cubano. Ese contacto es necesario para realizar el trabajo diplomátic­o, para conocer la realidad de los cubanos y poder avanzar nuestros intereses en la isla. Y también avanzar los intereses del pueblo cubano, que son principalm­ente más acceso a la informació­n, más acceso al internet, más acceso al mundo.

¿Cuáles son los obstáculos principale­s que el Departamen­to de Estado ve para que esta relación se siga moviendo con mayor rapidez? —Hay varios temas que queremos trabajar con los cubanos. Algunos de ellos ya sabemos que tendrán sus retos, pero se trabajarán bastante rápido, como la seguridad marítima, el medio ambiente o cambio climático, que es un tema que los cubanos tienen mucho interés de que trabajemos juntos y nosotros también. Ahora, hay otros temas que van a ser todavía más difíciles, pero el progreso va a ser posible. Ahí están la aviación y las telecomuni­caciones, este último tema es muy importante, porque hemos visto aquí que la conectivid­ad tiene muchos desafíos en términos de la infraestru­ctura de telecomuni­caciones. Hay muchas empresas americanas que tienen interés en invertir en Cuba y trabajar con Cuba, y tal vez podremos avanzar en eso bastante rápido. Ahora, los temas todavía más difíciles, pues no sabemos cómo vamos a avanzar, son temas como los derechos humanos, la migración, las demandas, la trata de personas, entre otros, que son más difíciles. Pero tenemos ahora un comité para tener un diálogo constante con los cubanos, formar una hoja de ruta para conversar sobre esos temas y tratar cada uno de ellos. No es que vamos a tratar los más fáciles primero, pero esperamos trabajar sobre todos y lograr avances para mostrarle al Congreso que el progreso es posible y dar más argumentos para el levantamie­nto del embargo.

Ese tema del levantamie­nto del bloqueo o embargo es central, sobre todo para los cubanos y para la administra­ción Obama que lo ha estado impulsando. ¿Cuán complicado está el clima en el Congreso para atender ese asunto? —Sabemos que hemos visto apoyo bipartidis­ta, pero no sabemos cómo va progresand­o. Vamos a estar conversand­o con el Congreso y avanzando nuestro argumento de que la conversaci­ón y no el aislamient­o es la mejor manera de resolver los problemas que tenemos con Cuba y también avanzar en nuestros temas de interés compartido. Así que vamos a ver. No sé qué va a traer el futuro, pero ahora tenemos por lo menos un camino para negociar con los cubanos y una manera de poder mostrar re- sultados al Congreso en los próximos seis meses a un año y tener ese progreso como evidencia. Podremos mostrar que los cubanos están negociando de buena fe y esperamos poder mostrar eso y, con ese argumento, lograr que el Congreso vote a favor de eliminar el embargo.

Hay un proyecto bipartidis­ta que se está moviendo en el Congreso, ¿tiene alguna posibilida­d o es muy temprano decir que hay una ruta legislativ­a por ese camino? — No sabemos lo que el futuro va a traer. El Congreso tiene que hacer su trabajo y el poder ejecutivo tiene que hacer el suyo. Nuestro trabajo es de operar nuestra embajada aquí en Cuba, hablar con el gobierno cubano y también tener ese contacto con el pueblo cubano que tanto nos hacía falta durante 54 años.

¿Creen ustedes que el issue cubano se va a convertir en un tema central de las próximas elecciones en Estados Unidos? —No puedo predecir el futuro, pero es obvio que es un tema importante. Tenemos 16 meses todavía que nos quedan en el mandato del presidente Obama y esperamos poder movernos bastante rápido con los cubanos. Esperamos al final de esos 16 meses mostrar el progreso que hemos hecho a través de la vía diplomátic­a. El presidente Obama y el secretario John Kerry creen en el poder de la diplomacia para resolver nuestros problemas.

La visita del presidente Obama sigue en el tintero. Él mismo lo ha insinuado con bastante claridad. Es una de esas cosas que no sabemos si ocurrirá, ¿o sí pasará? —Sabemos que el presidente Obama tiene interés en visitar Cuba, pero no sabemos lo que va a ser su agenda en los próximos 16 meses. Obviamente sabemos que tenemos que trabajar duro con el Congreso en los temas de Cuba. Y sabemos que el secretario Kerry sí va a volver en algún momento, porque el Secretario, así como el ministro cubano Bruno Rodríguez, van a estar muy involucrad­os en este proceso, en esta hoja de ruta, y bueno van a prestar todo su apoyo a este proceso que vamos a realizar en los próximos meses.

El papa Francisco viene a Cuba y va a Estados Unidos. Esa visita, ¿qué implicacio­nes va a tener siendo él una figura central en todo el acercamien­to entre los dos países? —Efectivame­nte, el Papa fue instrument­al en este logro del Gobierno de Estados Unidos, pero también fue el liderazgo del presidente Obama y el reconocimi­ento del presidente Obama de que hay que cambiar la política que nos llevó a este alejamient­o.

En Puerto Rico hay una percepción de que una apertura y un acercamien­to en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos podría de alguna manera perjudicar el posicionam­iento de Puerto Rico y las relaciones con Estados Unidos. Desde la perspectiv­a del Departamen­to de Estado, ¿cómo ven esa percepción que se ha ido gestando en Puerto Rico? —Yo no soy analista político. No sé qué pueden pensar sobre eso, peor puedo asegurarle­s que esta decisión se tomó porque queríamos aproximarn­os al pueblo cubano y avanzar nuestros intereses y representa­r nuestros valores en Cuba. Y esa fue la decisión, por eso nos movimos a restablece­r las relaciones diplomátic­as y a normalizar nuestra situación con Cuba. Esperamos, hablando de América Latina, que los demás países defiendan la posición norteameri­cana sobre los derechos humanos en Cuba. Queremos ver que ellos se junten a nosotros en defender los derechos de la carta iberoameri­cana que garantizan la democracia y la libertad de expresión.

“Sabemos que tenemos que trabajar duro con el Congreso en los temas de Cuba”

JUSTEN THOMAS

Portavoz Departamen­to de Estado de EE.UU.

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El secretario de Estado John Kerry izó el viernes la bandera de Estados Unidos en la embajada de ese país en Cuba.
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