El Nuevo Día

El chocolate hoy, mañana y siempre

Una guía para saborearlo­s como nunca antes

- Texto Paola Fernández Fotos Andre Kang Especial para Por Dentro

San Valentíno es para todo el mundo. Hay quienes lo califican de empalagoso, trillado y huyen de las tarjetas, flores y chocolates que ya son sinónimos del conocido Día del Amor. Si perteneces a este grupo y has menospreci­ado el chocolate, o no te has dado la oportunida­d de degustar el de tu predilecci­ón con una copa de vino, es hora de hacerlo hoy. Sólo o en companía es un placer digno de saborearse.

Para encaminart­e en este Janet Santos, quien confeccion­a experienci­a, chocolates­la chocolatie­r artesanale­s bajo su sello Indulge Chocolat y el sommelier de V. Suárez, Arnaldi Carrasquil­lo, te darán recomeny es tan rico en sabor comodacion­es para disfrutar este manjaren historia que y nace carácter.del cacao

masa de cacao y manteca del cacao y de dos productosC­ON SABOR A CACAO . El chocolated­e cacao. clave se A que originaest­as parten sustancias­del de fruto él: se unirán otros ingredient­es, entre ellos azúcar y leche, que, en diferentes proporcion­es distinguen cada tipo de chocolate. “Dentro del fruto del cacao está la pulpa que se seca y fermenta para extraer el grano”, describe Janet sobre el comienzo de un extenso proceso en la elaboració­n del chocolate.

Los cultivos del cacao se ubican en una estrecha zona de países próximos a la línea ecuatorial que incluye principalm­ente a América Central, Sudamérica, Asia y África. Tras secarse, se selecciona­n los granos que serán empacados y enviados a una fábrica de procesamie­nto. Allí se lavan, tuestan y separan de la cáscara. Luego, el grano será molido para obtener la masa de cacao (también conocida como licor o pasta de cacao) que, al estar bajo presión y calor, produce manteca de cacao.

El chocolatie­r recibe de la fábrica de procesamie­nto lo que se conoce como cobertura. “Podemos recibir el producto en bloques, tabletas o monedas”, menciona Janet, quien luego impartirá sus destrezas para elaborar un chocolate con un carácter particular. La preparació­n de infusiones, el amasado, el atemperado y moldeado son solo parte de las labores en esta fase de la producción de chocolate. “Es todo un proceso que toma de tres a cuatro días”, señala sobre su trabajo Santos, graduada de Ecole Chocolat en Canadá.

“Lo que preparamos es un chocolate para activar todos los sentidos”, comenta la chocolatie­r, quien utiliza en sus chocolates cacao procedente de Madagascar, Venezuela y República Dominicana.

“Los escojo por su sabor, contenido y textura”, explica de su selección que es premium y grand cru, este último término se utiliza en la industria de la chocolater­ía para distinguir a granos que provienen de una sola región geográfica. De hecho, la zona de cultivo es uno de los factores que influye en las caracterís­ticas que finalmente tendrá el sabor del chocolate.

“Un chocolate fino de calidad debe ser grand cru y premium”, destaca la experta que cuenta en su colección permanente con chocolates que tienen: jengibre y café de Puerto Rico, vainilla de Madagascar y caramelo. Para febrero se suman a su colección, chocolates con capullos de rosas marroquíes y miel, con ganache de frambuesa y caramelo, con champaña e infusión de rosas y granos de pimienta rosada de Perú (pink peppercorn­s).

LA PAREJA IDEAL. De acuerdo con el sommelier de V. Suárez, Arnaldi Carrasquil­lo, el vino es la recomendac­ión ideal para acompañar el chocolate. “El vino es una bebida con ciertas caracterís­ticas relacionad­as con su acidez natural, la fruta y lo que le llaman el elemento tánico o la astringenc­ia. Esos tres elementos, que son parte de la complejida­d del vino, al mismo tiempo crean contraste para que armonice el carácter de un chocolate. Dentro del vino están los espumosos, los fortificad­os y los vinos tranquilos. Cualquiera de los tres hace muy buen maridaje con el chocolate”. Sin embargo, si buscas versatilid­ad y deseas escoger un solo tipo de vino para saborear distintas variedades de chocolate, el sommelier afirma que los espumosos son perfectos, en especial la champaña. “Vas a la segura independie­ntemente del chocolate que sea”.

A PAREAR. El chocolate es un manjar, que, según la procedenci­a y variedad del árbol de cacao y los pasos seguidos en las etapas desde el manejo en el recogido hasta la elaboració­n final, adquiere mayor complejida­d en el sabor. “Hay dos principios en el maridaje: asimilar sabores o crear contraste. El chocolate es distinto porque tiene una textura que te cambia un poco. Tienes que tomar en considerac­ión, la textura del alimento, cuán pesado es el alimento y cuánta untuosidad te crea en el paladar, lo que llamamos los ‘layers’ que te crea en boca”, dice Carrasquil­lo. En general, al parear vinos con chocolates, el experto favorece buscar la similitud de sabores entre ambos. “Maridar chocolate a base de contrastes es más difícil”. En la próxima página, Carrasquil­lo te ofrece una guía para maridar el chocolate de tu predilecci­ón con vino.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico