Terapistas alertan que eliminarán servicios por falta de pago
La falta de pago sumado a un deficiente sistema de facturación los ha sumido en una crisis insostenible
Un grupo de proveedores que atiende a niñas y niños de educación especial a través del mecanismo de Remedio Provisional aseguraron que tarde o temprano tendrán que dejar de ofrecer los servicios por la falta de pago de parte del Departamento de Educación.
A su vez, denunciaron que detrás del impago, está la intención de la agencia de desmantelar el programa a través del cual el padre o la madre contrata el profesional que necesita para su hijo o hija..
Hasta el momento, el grupo ha evitado detener los servicios porque podría implicar un retroceso en los avances de cada menor asistido, dijo Víctor Moreno, presidente de la Asociación de Profesionales y Proveedores de Servicios de Terapias, durante una asamblea efectuada el domingo.
“No es fácil tomar una decisión (de paralizar los servicios), porque aquí estamos bregando con niños... pero con la tendencia que hemos visto, ya prontamente vamos a estar todos inoperantes y Remedio Provisional no va a poder seguir operando”, advirtió Moreno.
“Estamos llegando al punto de que no podemos seguir dando los servicios, esa es la realidad que estamos viviendo, tenemos una crisis que ha creado el Gobierno”, añadió.
La presidenta de la Asociación de Padres y Madres de Remedio Provisional, Jeanette Morales, observó el peligro que representaría llegar a ese punto.
“Si esta gente se queda inoperante ahora nuestros hijos van a echar pa' atrás, no va a haber otra alternativa para nosotros”, destacó Morales.
Entre esos proveedores a quienes se les adeuda pagos de servicios prestados están los centros de tarapias Teras y Study and Learn With Me.
Anitza Urquía, directora de Teras, expresó que a ella se le deben varios meses de servicios, incluido octubre.
Aunque el atraso en el pago por parte de Educación es una constante, en esta ocasión, dijo, el problema ha empeorado desde que la agencia cambió el sistema de facturación a uno electrónico.
Además de que el mecanismo es deficiente para someter la facturación, el proveedor depende de un número de caso para cada menor asignado por la propia agencia para poder facturar; esos datos llegan a cuentagotas.
“Yo tendría que dejar 24 especialistas sin trabajo. La angustia que a mí me crea eso no me deja dormir... yo ya le pagué a mis especialistas hasta enero, estoy hasta aquí de préstamo”, denunció Urquía.
A Yamara Quinós, directora de Study and Learn With Me, le deben los pagos de octubre, noviembre y diciembre.
En una comunicación sostenida el jueves mediante correo electrónico con peritos de Educación le confirmaron que los pagos de octubre y noviembre “no se reflejan, pero están trabajando”.
No obstante, el cheque correspondiente a diciembre, que equivalía a medio mes por el período festivo, le dijeron que se veía “reflejado”.
El grupo lamentó que la situación persista a pesar de que el pasado 4 de febrero, se llegaron a unos acuerdos con la asesora en Educación del Gobernador, Ana Teresa Alemañy, los cuales no se han cumplido, provocando la crisis actual.
“Nosotros tenemos un compromiso con los niños y ese es nuestro mayor enfoque. Por eso es que hemos seguido dando los servicios que nos distinguen. Pero para nosotros poder seguir necesitamos un dinero porque los servicios que ofrecemos tienen unos costos y muchos de ellos necesitan una serie de materiales”, planteó Moreno.
Sostuvo que son muchos los provee- dores que han tenido que cerrar o cesantear parte del personal profesional que contrata para dar las terapias.
LOS QUIEREN SACAR. Morales denunció que detrás de esta falta de acción hay una agenda para desmantelar el programa de Remedio Provisional.
Sostuvo que la inhabilidad de la agencia para manejar el contrato que se establece entre el proveedor y el padre es lo que la agencia quiere evitar que siga ocurriendo.
“Educación no tiene manera de darle instrucciones a estos proveedores para decirle cómo tienen que dar sus terapias, si tienen que ser grupales, incluso hasta darles unos formatos de evaluación...”, mencionó.
Los niños y niñas que se benefician de este programa requieren unas terapias especializadas que la agencia no puede proveer.
“Detrás de esto hay una estrategia de desmantelar a los proveedores para que nosotros no tengamos acceso a tener terapia de calidad”, apuntó.
“Es no prestarse a ser un profesional donde el sistema te dice lo que tienes que hacer”, abundó.