INTIMIDAD Y MENOPAUSIA
Recupera el placer seguro y sin dolor
Durante la pre y la menopausia el porcentaje de las relaciones sexuales resultan mermadas, dice la ginecóloga de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), Laura Baquedano.
Según explica “la caída de los estrógenos hace que el epitelio vaginal se adelgace y se vuelva atrófico; por ello, resulta frecuente el dolor con las relaciones sexuales”.
De esta manera, agrega, que las mencionadas molestias constituyen, a su vez, el reflejo inhibitorio más potente del deseo y el interés sexual.
Más de un tercio de la vida de la mujer va a transcurrir en la etapa de la menopausia, por lo que cada vez aumenta el número de mujeres que desean saber más acerca de los cambios hormonales que implica este período.
Cuando surgen este tipo de problemas, lo más recomendable es acudir a un especialista para conseguir un remedio para esta situación. Llegados a este punto surge la siguiente pregunta: ¿acudo a un ginecólogo o a un sexólogo?
Baquedano señala que el abordaje de las disfunciones sexuales es siempre multidisciplinaria: “El ginecólogo se centra más en trastornos de origen orgánico y el sexólogo realiza una valoración más enfocada a las causas funcionales, a la relación de pareja, a las emociones…”.
En definitiva “el diagnóstico de ambos expertos no son excluyentes, se trata de visiones complementarias de un problema que suele tener un origen multifactorial”.
Todavía, al día de hoy, este tema resulta tabú para muchas mujeres pero, según considera la doctora, cada vez hay más que han aprendido a vivir su sexualidad como parte integrante de su salud en general”.
La especialista indica que las mujeres se conciencian poco a poco de la prevención y suelen acudir cada vez más a los especialistas cuando su calidad de vida se ve alterada.
ESTRÓGENO Y PROGESTERONA. Cuando la mujer decide finalmente acudir a la consulta de un especialista se le suele pautar un tratamiento.
No obstante, según indica el presidente de la Fundación Española para el Estudio de la Menopausia (FEEM), Rafael Borrego, “existe un tanto por ciento importante que no lo cumple”.
“La terapia hormonal sustitutiva consiste en aportar los estrógenos (lo que falta al dejar de funcionar los ovarios con normalidad) y, cuando la mujer tiene útero, ha de asociarse también progesterona para evitar la patología a ese nivel”. Se puede administrar en forma de comprimidos, parches o cremas.
La doctora Baquedano asegura que "el tratamiento hormonal durante la menopausia es la opción más efectiva para paliar los síntomas derivados del cese de la producción hormonal ovárica”.
Pese a todos sus beneficios, la ginecóloga subraya que se suele reservar su utilización "para mujeres con una clínica que afecte a su calidad de vida, porque existen potenciales riesgos asociados a utilizarla de manera prolongada”.
TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS. Cuando las pacientes no son candidatas al tratamiento hormonal o los síntomas son más leves, existen otras alternativas de tipo natural mediante la fitoterapia. Éstas son algunas de las que recomienda la doctora:
Para los sofocos: las isoflavonas de soja, cimicífuga racemosa o extracto de polen.
Si disminuye el deseo sexual: la maca andina, un tubérculo con alto contenido nutritivo. Se suele tomar en cápsulas, pero también se vende en forma de harina.
Dificultad en la conciliación del sueño: lo mejor es el trébol rojo o la melisa.
Ante una atrofia vaginal o síndrome genitourinario de la menopausia: utilizar hidratantes vaginales de diversa índole como tratamiento único o coadyuvantes al tratamiento hormonal local.