Indignación por la clausura de plan de retiro
Arzobispo de San Juan aseguró que trabaja en un plan para mitigar el impacto en los maestros en funciones
La pensión de Engracia Dávila Torres, quien dedicó 28 años de su vida a la enseñanza de estudiantes en las escuelas católicas de San Juan, cubría una tercera parte de sus gastos, que de por sí no son muchos: agua, luz, teléfono, cable, comida y medicinas.
Como ella hay cerca de 15 maestros retirados de la antigua Academia Cristo Rey en Río Piedras que perdieron, de golpe, su pensión. En el sistema de escuelas católicas “deben haber cientos” de jubilados, afirmó.
“Para algunos esa era la principal fuente de ingresos”, lamentó Dávila Torres.
La situación era de indignación. No solo por la decisión del Plan de Pensiones de las Escuelas Católicas, sino por la inacción de los afectados, que han visto sus derechos coartados.
“Aquí ellos están diciendo que ese plan de pensiones se podía terminar en cualquier momento, pero eso no es así. Lo que siempre se dijo era que el plan era vitalicio. El problema es que pasa esto y nadie quiere hacer nada. No sé por qué tienen miedo”, dijo.
“Entiendo que la cosa dependía de que se tenía que liquidar el plan antes de junio. Había un tiempo requerido para informar, para evitar que colapsara. Si el plan hubiese colapsado, entonces no hubiera habido una división del sobrante entre todos los (maestros) que están actualmente ju- bilados”, apuntó el viernes el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves .
NO SE DETUVO LA CAÍDA. Frank Zorrilla, portavoz del Plan de Pensiones, entretanto, afirmó que el sistema se ha visto afectado por la reducción de escuelas y maestros en el sistema. Indicó que el Plan de Pensiones llegó a tener hasta unos 65 patronos participantes. En la actualidad solo son 42, de los cuales 39 son escuelas. Alrededor del 43% de estos planteles no responden directamente al arzobispado porque son administrados por órdenes religiosas con autonomía.
En síntesis, el plan paga en pensiones unos $300,000 mensuales, pero recibe apenas $80,000 en aportacio- nes, que no siempre llegaban por completo. “Ahora mismo hay escuelas que llevan tres años sin pagar. Eso hay que cobrárselos. Ese dinero es del plan y cuando termine el proceso el dinero sobrante se les va a estar dando a los beneficiarios”, dijo Zorrilla.
Una opción que se analizó antes de tomar la decisión de cerrar el plan era que las aportaciones al sistema fueran el equivalente al 6% de la nómina (en lugar del 2% actual). Eso hubiese reducido la brecha deficitaria a un nivel manejable, se informó. No obstante, esta opción fue rechazada por las escuelas.
“Yo creo que esto fue una decisión más necesaria que querida. La demografía, la situación económica y todo lo que está pasando en el País ha afectado a todas estas instituciones. Si las escuelas estuvieran solventes esto no estaría pasando”, dijo Zorrilla.
BUSCAN MITIGAR EL IMPACTO. El arzobispo de San Juan afirmó que trabaja en una propuesta para atender a los maestros activos que perdieron su retiro debido a la insolvencia del sistema. Los pensionados ya retirados recibirán el dinero sobrante que quede en el sistema, una vez liquidados todos sus activos, informó, por su parte, Zorrilla.
“Los (maestros) que están actualmente trabajando, que no se han jubilado, estamos trabajando para crear un fondo de ayuda para de alguna manera recompensar, pero todavía no creo que hasta finales de mayo o junio podremos hablar oficialmente, públicamente, sobre ese fondo, hasta no saber qué cantidad de dinero se podrá ubicar en ese fondo”, añadió González Nieves.
González Nieves aclaró que el Plan de Pensiones está adscrito a la Superintendencia de Escuelas Católicas y que él no forma parte de la Junta de Directores de Pensiones. Tampoco recibe las minutas o comunicaciones del cuerpo rector del programa de retiro.
“No deja de ser una noticia muy trágica, muy dolorosa, muy difícil de entender”, apuntó la tarde del viernes al concluir la Liturgia de las Siete Palabras.
Pese a que se distanció del proceso, González Nieves reconoció que la manera en que se informó la cancelación del plan de retiro dejó un mal sabor entre los maestros y maestras del sistema de enseñanza católico.
“Es una posible interpretación (que la gente piense que la Iglesia predica una cosa y practica otra), pero les pido que no piensen eso”, indicó.
“Por ejemplo, cuando se firmó el plan en el 1979 se suponía que no hicieran desembolsos durante los primeros 10 años para crear un fondo dotal, pero empezaron inmediatamente a desembolsar. Es decir, pienso yo que por razones de caridad empezaron a desembolsar inmediatamente, entonces ya desde el mero principio del mismo plan se fue desnutriendo”, añadió el monseñor.
Señaló también que en conversaciones futuras con los maestros se podría informar con mayor detalle las razones que llevaron al plan a quedarse sin dinero.
“Lo que siempre se dijo era que el plan era vitalicio. El problema es que pasa esto y nadie quiere hacer nada. No sé por qué tienen miedo”
ENGRACIA DÁVILA TORRES Maestra retirada