Impulso para Bernie Sanders
El senador ganó ayer los caucus de Alaska y Washington, aunque sigue en desventaja frente a Hillary Clinton
WASHINGTON.- Bernie Sanders ganó el sábado los caucus en Alaska y el estado de Washington, victorias que él espera que le ayuden a recuperarse frente a Hillary Clinton, la gran favorita para obtener la candidatura presidencial demócrata.
El senador por Vermont intentaba convertir el apoyo incondicional que tiene entre los activistas liberales en firmes victorias en tres estados a fin de reducir una brecha de 300 delegados ganados por Clinton en el proceso interno. Los dos demócratas también estaban compitiendo en Hawái.
Sanders dice que la región oeste de Estados Unidos lo encarrila hacia un improbable triunfo en la contienda por la candidatura demócrata a la presidencia. Sin embargo, pese a las victorias de ayer, Clinton permanece en una posición mucho más fuerte para quedarse con la candidatura.
Aun así, Sanders dijo durante un animado acto de campaña en Madison, Wisconsin, que “sabíamos que las cosas iban a mejorar a medida que avanzáramos hacia el oeste”.
Aunque Sanders marcha cuesta arriba para lograr la candidatura presidencial demócrata, una cadena de derrotas de Clinton pondría de relieve persistentes vulnerabilidades dentro de su propio partido.
Sanders continúa atrayendo a miles de personas a sus actos de campaña y ha recaudado 140 millones de dólares aportados por dos millones de donantes.
En un acto de campaña en Madison, Wisconsin, antes de que los electores acudieran a las asambleas partidarias en Hawái, se refirió a sus victorias de la jornada como parte de una remontada en el oeste. Señaló que sus recientes triunfos en Utah y Idaho son indicio de que su campaña todavía apunta hacia la candidatura presidencial demócrata.
“Acabamos de ganar el estado de Washington. En eso consiste el impulso”, afirmó. “Que nadie diga que no podemos ganar la candidatura presidencial demócrata ni que no podemos ganar la elección general. Vamos a ganar ambas”.
El legislador ha conseguido la mayoría de su decena de victorias en elecciones primarias en estados con poblaciones predominantemente blancas y en asambleas partidarias, que tienden a atraer a los demócratas liberales más activos.
Sanders tiene un fuerte apoyo entre los electores jóvenes, un sector crucial en la coalición de votantes de las minorías que fue determinante para el triunfo de Obama en dos ocasiones.
“Creo que uno de los puntos más importantes es la educación gratuita para los alumnos”, dijo la estudiante Savannah Dills, de 24 años, que apoya a Sanders. “Y sacar las grandes donaciones de las campañas. A Sanders no le pagan los multimillonarios”.
Con base en las primarias y las asambleas partidarias hasta la fecha, Clinton tiene 1,228 delegados, mientras que Sanders lleva 947.
PROTESTAS PODRÍAN AYUDAR A TRUMP. El auge de Donald Trump y su agresiva retórica han despertado protestas intensas, pero las manifestaciones podrían resultar contraproducentes para los activistas, pues más bien podrían ayudar al magnate a unir a sus militantes.
David Rau, por ejemplo, inicialmente no sabía si iba a apoyar a Trump. Por ello fue a un evento de campaña en este suburbio de Phoenix recien- temente para decidir por su cuenta.
Ese mismo día un grupo de activistas bloquearon con sus vehículos una carretera que llevaba al evento. Docenas de personas marchaban, pasándole de lado a Rau, gritando “¡No más odio!”. Rau no podía escuchar al candidato, y al final salió del evento convencido de que había que votar por Trump.
“Uno tiene derecho a escuchar a un candidato, ¿no?”, preguntó Rau, un arquitecto paisajista.
Si bien es verdad que la retórica de Trump ha sido divisiva y su campaña está siendo criticada por la manera como lidia con quienes disienten, los manifestantes se están arriesgando a que la táctica resulte contraproducente, especialmente entre el público republicano, que sus rivales están tratando de convencer a que se alejen del magnate.
“Animo a la gente a que proteste contra Trump de manera enfática, pero que sea respetuosa, porque estas protestas a veces lo único que hacen es ayudarlo”, dijo Tim Miller, portavoz de un grupo de republicanos que está tratando de detener la campaña de Trump.
Añadió: “Él sigue acaparando los titulares de prensa, sigue jugando a que hay que combatir al enemigo, cuando los liberales frustran sus eventos de campaña, y le sirve para unir a su militancia”.
Incluso el candidato demócrata Bernie Sanders se ha expresado inquieto por la actitud de los manifestantes, y también por supuesto por la respuesta de Trump.
“En Estados Unidos los candidatos tienen derecho a celebrar mítines de campaña”, dijo Sanders al canal MSNBC.
“Es absolutamente apropiado que miles de personas protesten en un acto de campaña de Trump, pero no soy gran partidario de frustrar o impedir el evento”, añadió.
Trump suele fustigar verbalmente a los manifestantes, burlándose de ellos, ofendiéndolos y a veces estimulando el enojo de la multitud.
La manifestación en Phoenix siguió a una en Chicago el fin de semana anterior, en que cientos de críticos de Trump llenaron el recinto donde el magnate iba a hablar y obligaron a cancelar el evento. Lo mismo ocurrió en Ohio al día siguiente.
“Que nadie diga que no podemos ganar la candidatura presidencial demócrata ni que no podemos ganar la elección general. Vamos a ganar ambas”
Bernie Sanders precandidato demócrata a Casa Blanca