Pilates: bienestar y salud al estirar y flexionar
EL PILATES OFRECE INNUMERABLES BENEFICIOS CON POCO RIESGO DE LESIONES
Los años pasan y el Pilates sigue vigente. La disciplina se ha transformado para incorporar algunas nuevas tendencias que le ofrecen un cierto aire de modernidad, pero se niega a morir.
Su continuidad parece deberse a los resultados que ofrece a quienes lo practican consistentemente. Entre los beneficios observables a simple vista se encuentran la postura derecha, el cuerpo definido y los músculos bien formados. Otras ganancias son imperceptibles a la vista pero igualmente valiosas, como por ejemplo, alivio de dolores -principalmente de espalda-, flexibilidad y prevención o recuperación de lesiones, por mencionar algunas.
De adentro hacia afuera, la práctica ayuda a transformar el físico similar a otros modos de ejercicio en boga, con la ventaja de ser de bajo impacto. Por lo tanto, el riesgo de lesiones es bajísimo cuando se realiza con la guía de instructores certificados y experimentados. Para maximizar beneficios -sobre todo si deseas bajar de peso- se recomienda combinarlo con algún ejercicio aeróbico como nadar o correr bicicleta.
En Puerto Rico el Pilates se practica hace décadas pero existe un renovado interés en tratarlo, gracias a la información que fluye a través de las redes sociales y también el surgimiento de modalidades de ejercicio que integran elementos del ballet y el propio Pilates, entre ellos el Bootybarre.
SU ORIGEN. Joseph Pilates, un alemán que fue performero en un circo, boxeador y entrenador personal, desarrolló los fundamentos de su técnica de hacer ejercicios como la conocemos hoy cuando tuvo que ofrecer servicios en un hospital durante la Primera Guerra Mundial. Como varios de los hospitalizados estaban heridos o tenían dificultad para caminar, Pilates modificó sus camas para ingeniar nuevas formas de asistirles para ejercitarce. Este fue el origen de los distintos equipos que creó a lo largo de su vida, incluyendo el Reformer, el Cadillac y la silla Wunda, entre otros.
El Pilates se hizo popular desde sus inicios, principalmente entre la comunidad de bailarines, tanto en Alemania como en Estados Unidos, país a donde su creador emigró en 1926. En Nueva york, abrió junto a su esposa, Calara Zeuner, un estudio llamado Body Conditioning Gym que compartía dirección con el New York City Ballet.
Muchos bailarines comenzaron a interesarse en el método que en aquel entonces se conocía como Contrología. El nombre Pilates se le otorgó tras la muerte de su creador, a los 83 años.
Los ejercicios de Pilates se enfocan en el fortalecimiento del torso coordinados con el ritmo de la respiración. La combinación de movimientos trabaja el cuerpo entero ya sea sobre el “mat” o los distintos equipos. Ambas modalidades ofrecen beneficios similares y son adecuadas para todo tipo de público, con o sin experiencia, pues todos los movimientos se modifican al nivel de flexibilidad y fortaleza.
“En Pilates, si no puedes moverte de una forma, lo haces de otra”, asegura
Maru Toro, instructora de Pilates y propietaria de los estudios Pilateros en Condado y Galería Suchville.
Pero quien necesite un ejercicio retante no debe confundirse con la aparente sencillez de los movimientos, pues se necesita mucho control y precisión para llevarlos a cabo. El resultado es el cuerpo “alargado” y tonificado.
“Yo me la paso cambiando de rutina de ejercicios todo el tiempo. El Pilates es con lo único que he tenido consistencia y noto la diferencia. Me ha cambiado el cuerpo. Me siento con buena postura, la cintura definida y en general, todo el cuerpo recogido”, comenta Sara Wilson, quien hace Pilates dos días a la semana.
Las clases, en las modalidades de “mat” y Reformer, se extienden durante 50 minutos a una hora. Se dividen en bloques de calentamiento, trabajo corporal completo y enfriamento. Para escoger la más que se adapta a tus necesidades puedes tomar una clase privada o para principiantes. Y si quieres obtener el máximo de beneficios practica el ejercicio al menos dos veces a la semana.