A, DE ADELANTOS
En tiempos de lo que llamo “neomanía alternativa” en la que cualquier práctica antimasiva se recibe y se consume con la misma avidez y confiabilidad que su opuesto, merece que en pos de la salud integral lo exploremos todo. Habrá quien, para variar, desconfíe de la medicina naturista o herbalista, porque en el absurdo que nos rodea siempre será mejor lo nocivo conocido que lo bueno por conocer. Es que hay de todo en la viña del… Amazonas.
Más de dos siglos han pasado desde que la ayahuasca se reporta en crónicas históricas como medicina curativa de enfermedades y desasosiegos. Numerosos casos de medicina convencional han optado por utilizar las virtudes psicoactivas de la planta en fases de tratamiento iniciales contra el alcoholismo tipo 2, varios cánceres y el mal de Parkinson con resultados satisfactorios y con la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Otros, en cambio, prefieren rituales y comunión con la planta; ingiriéndola y activando sin filtros la cadena de neurotransmisores aminoácidos, pues en el complejo ecosistema cerebral humano, éstos se encargan de las emociones, conciencias y creación de significados. De paso se cuestionan paradigmas actuales.
Por los caminos “tortuosos” de la ingesta de ayahuasca; en los que la naturaleza, aseguran, te provee lo que necesitas, no necesariamente lo que quieres, hay vegetalistas y chamanes que guían el proceso. Sin embargo, las calamidades y malestares físicos son consecuencias del rito. Aún cuando los tormentos y las mortificaciones propias no son inherentes ni exclusivas de quienes beben la planta.
Los peregrinos ayunaban y se autoflagelaban para encontrar la divinidad por medio de costumbres expiatorias y así sanar sus enfermedades. Los taínos fumaban cohoba hasta vomitar para dar paso a alucinaciones reconfortantes y visionarias. Lo interesante es que en la búsqueda actual de sanación holística el reclamo es “post religioso” y se retoman rituales pre-religiosos. Como la adoración pagana a la naturaleza, con un trasfondo y un adelanto evolutivo al Ser, si me permiten.