Julio Iglesias ya tiene su estrella en suelo boricua
El astro español se convirtió ayer en el primer artista no nacido en la Isla en recibir el galardón en el Paseo de la Fama en Condado
Cantante
No nació en Puerto Rico, ni ha vivido en la Isla, aunque ha sido un mercado que le ayudó a acercarlo a Norteamérica, pero con mucho orgullo el astro español Julio Iglesias aceptó ayer su estrella en el Paseo de la Fama, porque lleva en sus venas sangre boricua por parte de su abuela materna.
“No sé como dar las gracias a tanta generosidad. Primero quiero decirles que soy un poco puertorriqueño, por no decir un gran puertorriqueño. Mi abuela nació en Guayama y vivió en Guayama, y soy tan brujo como era ella”, expresó el artista quien no hizo más que llegar a la Ventana al Mar en Condado y cayó la lluvia que había estado amenazando toda la tarde.
Sin embargo, el percance natural lo tomó con el humor que le caracteriza. “Todas estas cosas que han pasado en mi vida se las debo únicamente a la gente, a ustedes, que me han hecho sentir tantas emociones, tantas vivencias, y sobre todo, en una tarde espléndida con un sol como el que tiene en el alma Santiago (Villar), querido por todos los puertorriqueños y por tanta gente que ha hecho feliz. Se siente que eres más puertorriqueño que cubano. Tú eres capaz que, sabiendo que tu alma nació en Cuba, le entregaste tu corazón a Puerto Rico”.
Iglesias, de 73 años de edad, también destacó la presencia de las figuras que fueron a saludarlo como la cantante Nydia Caro.
La cantante a su vez señaló que Julio fue muy desprendido con ella al darle un tema suyo, “Vete ya” con el que compitió en Benidorm en el 1973, festival que Iglesias había ganado y lo catapultó al mundo.
“Quedé Mejor intérprete y tercer lugar y se lo debo a su generosidad”, apuntó la cantante. FELIZ DE ESTAR ENTRE GRANDES. Tras recibir su estrella, Julio Iglesias dijo sentirse honrado de estar junto a tantas glorias de Puerto Rico en el Paseo de la Fama. “Es saber que aquí queda mi alma y mi corazón”. Y confesó que le falta el tiempo para seguir disfrutando de momentos como esos. “Pero prometo solemnemente que el tiempo que me quede se lo voy a dedicar a ustedes”.
Durante la ceremonia de develación, Santiago Villar, propietario de la tienda Cartier en Puerto Rico y gestor del Paseo de la Fama de Puerto Rico, lloró de la emoción y se le quebró la voz al hablar de su invaluable amigo, su hermano, por más de 40 años, Julio Iglesias.
El padre de los cantantes Julio y Enrique Iglesias, arribó a Puerto Rico ayer a la 1:30 p.m. procedente de Punta Cana, República Dominicana, donde mantiene residencia junto a su esposa Miranda, quien no le acompañó en este viaje, y sus hijos menores, para recibir su estrella.
Esta noche el dos veces galardonado con el récord Guinness como el artista latino con las ventas más altas en la historia de la música, con más de 300 millones de discos y con 80 álbumes interpretados en 15 idiomas, se presenta en el Centro de Bellas Artes de Santurce junto a su orquesta y coristas para ofrecer al público puertorriqueño sus más recordadas melodías.
El concierto es parte de su gira mundial que se extiende hasta el 2017.
“Quiero decirles que soy un poco puertorriqueño, por no decir un gran puertorriqueño” JULIO IGLESIAS