Ante el desafío de la reforma
Desde temprano en su historia, los procesos de reorganización en el PPD han estado marcados por sus protagonistas
El Partido Popular Democrático (PPD) se adentra en un proceso de reorganización que no solo definirá quiénes ocuparán las posiciones de poder a partir del año próximo, sino que también podría determinar el rumbo ideológico que tomaría la colectividad en busca de mantenerse como opción durante el próximo ciclo electoral.
La Junta de Gobierno del PPD aprobó la semana pasada el plan que sometió ante su consideración el presidente saliente del partido, David Bernier. Esa “hoja de ruta”, como lo llamó el excandidato a la gobernación, iría acompañada de un análisis sobre el status político de la Isla, que fue encomendado al exgobernador Aníbal Acevedo Vilá.
Como toda organización política, al PPD no le resulta ajena la fase que iniciará formalmente el próximo 26 de febrero cuando, según el plan ratificado de manera unánime, habrá de reunirse el Consejo General de la colectividad para escoger al sucesor o sucesora de Bernier.
A pesar de lo cíclico de esos procesos, sobre todo luego que un partido sufre una derrota electoral, cada proyecto de reorganización está condicionado por unas circunstancias particulares, y sus desafíos suelen estar dictaminados por el escenario en el que ocurren y sus protagonistas. “La política se da entre alternativas. La pregunta fundamental en la política es cuáles son las opciones. Un país tiene que plantearse su futuro en cuanto a las alternativas y las consecuencias de ellas. El entusiasmo es indispensable en una reorganización, tiene que haber entusiasmo y una razón que invite a la gente a abandonar su interés propio por los demás. Eso se llama liderato transformador”, manifestó a El Nuevo Día el expresidente del PPD Héctor Luis Acevedo.
“Hay varias circunstancias históricas y hay un hilo conductor que es importante en las reorganizaciones, y es el rol del partido en la vida política. Los partidos políticos tienen una misión de armonizar programas y de motivar la participación de escoger el liderato. En el Puerto Rico de hoy, para poder gobernar, contrario a lo que se piensa a veces, hace falta acción colectiva coordinada”, añadió el abogado.
Como exdirigente de la Pava, Acevedo ha sido propulsor y protagonista de al-
gunas de las múltiples reconcepciones por las que ha atravesado el partido.
En base a su experiencia, el resultado de un proceso como ese debe proveer un liderato sólido con capacidad para ejecutar ideas concretas, y debe colocar a la colectividad en una posición que le permita superar “el individualismo y el protagonismo por ideales más grandes que los inmediatos”.
“El problema actual es que la tendencia mundial, y ciertamente en Puerto Rico, es debilitar los partidos por diferentes razones, y son un instrumento indispensable para poder enfrentar los retos de nuestra sociedad”, sostuvo Acevedo.
AGENDA DEL PPD. Bernier abandonará la presidencia del PPD a finales de febrero para dedicarse de lleno a su familia y a su profesión como odontólogo. Sin embargo, cuando comunicó oficialmente su decisión a los miembros de la Junta de Gobierno el miércoles pasado, dejó la puerta abierta a regresar como candidato a la gobernación con miras al 2020.
Según el plan de reforma que trazó, luego que se escoja al nuevo presidente de la colectividad, se efectuaría en mayo una asamblea de reglamento. La reestructuración del partido se desarrollaría entre julio del año próximo y junio del 2018, y ese mismo año se reuniría la Asamblea General para escoger al líder del partido para los últimos dos años del ciclo electoral y que virtualmente se convertiría en el próximo aspirante a la gobernación. Para el veterano líder popular José Ronaldo Jarabo, la reformulación del PPD arrancará demasiado tarde, pues entiende que es ahora que el liderato del partido debe comenzar a discutir con la base las posibles razones de la derrota del pasado 8 de noviembre. “La etapa posterior a una derrota hace imprescindible un momento colectivo de introspección para analizar los factores que resultaron en esa derrota y para motivar a la estructura del partido a continuar en su apoyo a la institución y a tomar acciones correctivas”, afirmó el expresidente de la Cámara de Representantes en entrevista separada con este medio.
“Eso no se deja ahí suelto. Son procesos muy especiales y delicados, y creo que hace falta. Cualquier partido que pierda una elección necesita que su líder, o un grupo de ellos, haga esas reuniones de diálogo con la base y la estructura, y que prometa las acciones correctivas y que se reconozca cuáles fueron los factores determinantes en la elección”, añadió Jarabo.
RETOS PRESENTES. Para Acevedo, la reorganización que encara ahora el PPD tiene entre sus principales desafíos la urgencia por fortalecer las estructuras internas desde la base. “Tenemos que coger a los funcionarios de colegio y convertirlos en una fuerza organizativa, y levantar una organización financiera y política efectiva. No se puede empezar a levantar fondos en año electoral”, acotó.
El exalcalde de San Juan, además, recalcó la importancia de atraer gente nueva al partido, y establecer mecanismos que conviertan a la colectividad en un ente “democrático y solidario”.
“El problema ahora es el individualismo. Ningún partido puede sostenerse si no acata sus acuerdos”, sostuvo.
Entre los retos, mencionó también la necesidad de que se cree un programa político “que capture la imaginación” de la ciudadanía.
Acevedo igualmente opinó que la injerencia de la Junta de Supervisión Fiscal en la toma de decisiones del Gobierno sobre los asuntos fiscales influenciará de alguna forma el proceso de reorganización que recién empieza en el PPD.
“Creo que esta reorganización va a ser, en buena parte, motivada por la Junta de Control Fiscal. Las cosas que van a pasar aquí van a crear unas repercusiones en nuestro pueblo para rescatar su Gobierno propio, responsable, y eso va a darle aire y motivación a la reforma del PPD”, puntualizó Acevedo.