preguntas al médico
Tengo 32 años, soy obeso desde los 14 años. Mi doctor me recomendó que considerara hacerme la cirugía para bajar peso. Me ha enviado a que me vea un psicólogo. ¿Por qué?
Según estudios publicados recientemente, las persona excesivamente obesas tienden a padecer de problemas de depresión y ansiedad en un número mayor a la población regular.
Precisamente, una de las manifestaciones de estas condiciones emocionales puede ser comer compulsivamente o los llamados “binge eaters”, episodios que inducen al paciente a estar deprimido luego estas “comelatas”. Es por esto que debe ser evaluado por un profesional de la conducta humana. Interesantemente, los estudios también indican que los pacientes que se someten a esta operación mejoran de estas condiciones psicológicas luego de la cirugía bariátrica.
Esta cirugía consiste en disminuir el tamaño del estómago, formando una bolsa más pequeña o “pouch” y conectar el intestino a esa parte. Este procedimiento se puede hacer poniendo un “clip” o banda ajustada, también se puede remover la parte del estómago quirúrgicamente.
Algunas de estas cirugías pueden hacerse por laparoscopia (haciendo una incisión pequeña en el abdomen) o abriendo quirúrgicamente. Esto hace que la persona tenga saciedad temprana, o se “llene” más rápido al comer. También se ha comprobado que la cirugía hace que disminuyan drásticamente hormonas que promueven el apetito. Entre los beneficios, de hacer la cirugúa, se disminuye el riesgo de desarrollar diabetes o, si ya la tiene, lograr un mejor control. Pero es importante comprobar que la persona es un buen candidato para este procedimiento, entre otras cosas, que ha estado en programas de disminución de peso anteriormente y que tiene interés en bajar de peso y reconocer que al hacerlo, se pueden controlar otras condiciones de salud. También se debe considerar si la persona tiene un BMI (Body Mass Index) de más de 40 (el caso suyo) o de 35 a 40, un cálculo que se hace a base del peso de la persona y su estatura, además de la forma de su cuerpo o el tamaño y patrón de sus huesos (varía de raza en raza).
Las complicaciones de la cirugía se deben a varios factores. Uno de ellos, es la obesidad, lo que de por sí es un riesgo en cualquier cirugía, así como riesgos respiratorios y cardiovasculares, tales como inducción de trombos sanguíneos, problemas metabólicos e infecciosos (neumonías, infección en la herida, etc.). Esto es sin considerar si la persona ya tiene diabetes, hipertensión o problemas cardiacos, algo que aumenta los riesgos quirúrgicos.
Generalmente el paciente requiere cuidados especiales en la etapa inmediata después de la operación y luego de operarse. Durante la recuperación, la persona puede tener diarreas, pues se ha removido partes de su aparato digestivo y va a presentar problemas en la absorción de ciertas vitaminas que deben e reemplazarse por toda la vida. Además, tendrá que cambiar sus hábitos de alimentación. Por ejemplo, las comidas serán en porciones más pequeñas y más frecuentes (cada dos a cuatro horas) y el seguimiento por la nutricionista debe ser constante. Muchos de los pacientes que ha tenido este tipo de cirugía pueden eliminar muchos de los medicamentos para la diabetes o la presión alta y hasta mejoran su estado emocional y de actividad física, los que los ayuda a mantenerse en buen peso y más saludables.