Adiós al compositor, Maestro Mundo Disdier
“Ser feliz, nunca he podido ser, ser feliz en realidad, porque dentro de mi ser soy muy triste, es la verdad”. Hoy no escuchan las Trigueñas de Borinquen, al cantor que a solas pensando, interpreta la canción de “lo imposible”; hoy el ruiseñor no canta más.
Tenía 10 años, cuando conocí al compositor más fino que ha dado esta Bella Borinquen. Luego de conocerle a lo largo de muchos años, aprendí un caudal de notas tristes y a veces alegres, consejos sabios y un respaldo absoluto para conseguir uno de mis sueños anhelados. Ciertamente el compositor nace, no se hace. Pero si nuestro Dios pone la chizpa en nuestro intelecto, lo de más es dedicación y entrega por algo que llevamos por siempre.
Mundo Disdier estrenaba su canción más querida; “En primavera” y escucharla de sus labios acompañado de varias guitarras, dejaron en mí una profunda huella cuando comenzaba mi adolescencia.
La canción romántica llegó para quedarse en mi alma, como quedó plasmada en la musa de los grandes compositores de Puerto Rico.
Ciertamente, nos entristece la partida del Maestro, pues hubiésemos querido morir con él, porque da tristeza sobre tristeza, ver cómo la canción y la música romántica se ha desvirtuado en estos tiempos, no solamente en nuestra Isla del Encanto, sino también en gran parte de la América Hispana. La inundación de música comercial que solamente pretende vender discos, como su principal intención de negocio, ha creado un tipo de música distinta, que jamás contiene la pasión, el ardor del romance, o el dolor de no ser querido. Debemos escuchar esos Tangos románticos de Mundo Disdier con sumo detenimiento, para darnos cuenta de la herida que ha sufrido la música romántica.
Me quedo con los tangos, con los valses, con las danzas, con las canciones dedicadas a la Patria, pero sobre todo, con esos boleros románticos que nadie volverá a componer en este siglo desde “En Primavera”, “Si tú quisieras”, “Máscara”, “Entre las Sombras”, “Beso Loco”, “Lo que tú Ignoras”, “Testigo, la luna”, “Juegas con mi amor”, “Cuando tú me miras”, “Quisiera reír", “Una vez más”, “Hoy”, y tantas otras joyas musicales finas e inolvidables.
Hasta pronto maestro, que yo espero encontrarte en la Gloria Divina, bohemio y tranquilo, como siempre fuiste. La sombra del Trío Divino está contigo.