Cuando falta la transparencia
“El poder es como un explosivo: o se maneja con cuidado o estalla” Enrique Tierno Galván
Un viaje a Hawái con legisladores de ambos partidos y costeado con fondos públicos. Un encendido de Navidad en la Cámara de Representes sufragado con nuestro dinero: el de los contribuyentes. Un encendido de Navidad en la Cámara de Representes sufragado con nuestro dinero: el de los contribuyentes. El Nuevo Día quiere analizar las facturas y los informes de estos gastos. ¿La razón? Muy simple: nos asiste el derecho porque son documentos públicos. Queremos fiscalizar esa inversión en medio del más profundo caos fiscal en las finanzas del Gobierno para que el pueblo conozca cómo sus funcionarios electos invierten el dinero que sale de nuestros bolsillos. Solo bastaba con pedir los documentos y que en un plazo razonable se nos entregaran. Esa es la definción más pura de la transparencia gubernamental. Pero, eso mismo fue lo que no pasó. Tras las múltiples llamadas que hizo nuestra reportera Gloria Ruiz Kuilan solicitando los preinformes del viaje a Hawái que hicieron luego de las elecciones generales, al que fueron incluso legisladores que el pueblo rechazó en las urnas el 8 de noviembre pasado, y los gastos del encendido navideño en la Cámara, el presidente del Senado, Eduardo Bhatia, y su homólogo en funciones, Roberto Rivera Ruiz de Porras, respondieron con el silencio. Se envió una misiva, formalizando así la petición. La ignoraron. Y entonces, nos vimos obligados a recurrir a nuestros abogados para que Bhatia y Rivera Ruiz de Porras cumplieran con la entrega de los documentos públicos. De esa primera misiva, ya ha pasado casi un mes. En la Cámara de Representantes finalmente entregaron las copias de los preinformes del viaje a Hawái y los gastos a las compañías que se contrataron para el encendido navideño. Nos deben los informes finales del viaje, que debían estar el 27 de diciembre, y copias de las facturas por concepto de publicidad para el encendido. En el Senado, Bhatia siguió ignorando la solicitud formal de El Nuevo Día, que como toda solicitud de la prensa es una forma de petición ciudadana. El 29 de diciembre, a días de que abandonen sus puestos de liderazgo en la Asamblea Legislativa, los abogados del periódico se vieron obligados a enviar otra carta. Al presidente de la Cámara pidiéndole que cumpla con el resto de la información pública que no ha dado. Al presidente del Senado exigiéndole que de una vez actúe, porque simplemente se niega a entregar los documentos. “Sería una pena que la labor de esta Oficina del Presidente del Senado de Puerto Rico culminara en esta nota discordante a las expresiones que se hicieron cuando comenzó su mandato”, reza la última carta de los abogados de El Nuevo Día enviada a la presidencia del Senado. No hay que olvidar nunca ese clamor de Bhatia: “Habla, pueblo, habla”.