El Nuevo Día

Bebés que nacen con el año nuevo

Tras despedir el año desde el salón de partos, en la primera madrugada del 2017, nació su hija

- Gabriela Saker Jiménez gabriela.saker@gfrmedia.com Twitter: @sakergaby

“Realmente esto es una bendición, comenzar el año de esta forma, no me lo esperaba... Llegó para darle luz a mi vida, a nuestras vidas, a nuestra casa” CHRISTOPHE­R RIVERA Padre de la bebé Martina

Cada año, se repiten los escenarios: fuegos artificial­es que rompen el cielo en luces, cuerpos que se arrojan de espalda al agua para limpiar los males, bocas que comen una a una las doce uvas conmemorat­ivas, voces que gritan el conteo regresivo, y también, una que otra mujer se distancia del gentío y el barullo, y, de la mano de su familia, atraviesa el cambio de año desde una sala de parto.

Así vienen al mundo los bebés que nacen con el año, en la madrugada de ese primer día de enero. Tal es el caso de Martina Alessia Rivera Rivera, muy pequeña, con una cinta blanca de piedras luminosas en la cabecita, con zapatos blancos tejidos que le quedan grandes a sus pies menudos, enfundada en un traje blanco, con pulseritas de perlas diminutas en sus muñecas de recién nacida.

Nació a las 2:27 de la mañana en el Hospital Menonita en Caguas, midiendo 20 pulgadas, pesando poco más de 6 libras. Lleva medio día en el mundo, y está dormida en los brazos de su madre que no para de sonreír. Mei Ling Rivera, de 29 años, amamanta a su segunda hija; la primogénit­a tiene 9 años. “La amo, por fin llegó, estábamos desesperad­os”, ríe.

Entra el padre Christophe­r Rivera, de 23 años, y se sienta a una esquina de la camilla. En el primer día del año, se ha convertido en padre. “Cambia. Aún no he llegado a mi casa y ya me está cambiando la vida. De verdad que es algo especial, es algo que es parte de ti, es algo que uno no puede explicar. Saber que esa personita tiene un pedacito de ti, eso te cambia la vida por completo”, asegura.

La pareja, que reside en el Barrio Las Vegas de Cayey, celebraba el fin de año con la familia cuando empezaron los dolores. El dolor fue escalando en el parto natural de Mei Ling; Christophe­r la acompañó durante el proceso.

Los nueve meses de gestación tuvieron sus tropiezos. A las 22 semanas de embarazo, Mei Ling contrajo zika, la temible enfermedad contagiada por el mosquito Aedes aegypti que puede provocar el nacimiento de bebés con microcefal­ia. Pero Martina estaba fuera de todo peligro; dado que el rash y el malestar se desplegó a las 22 semanas, el riesgo era menor.

“Los resultados llegaron tres meses después”, dice la madre con cierta alarma. Pero todo anduvo bien. “Solo me dijeron que no iba a pesar mucho, que iba a ser una bebé chiquita, pero nació muy saludable”, dice alegre.

 ??  ?? Mei Ling Rivera y Christophe­r Rivera junto a su bebita, la pequeña Martina Alessia.
Mei Ling Rivera y Christophe­r Rivera junto a su bebita, la pequeña Martina Alessia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico