AÑO NUEVO LIBERADO
Desecha ideas y hábitos nocivos
El fin de año es una buena oportunidad para cerrar ciclos y prepararse para un nuevo comienzo, idealmente con una carga menor. Entre las cosas que podemos hacer para empezar el año más ligeros en el terreno emocional están: pedir disculpas a los que hemos lastimado, dejar ir lo que ya no es de utilidad y expresar agradecimiento a los que han estado junto a nosotros, sobre todo en momentos difíciles.
1 Pedir disculpas. Disculparse puede resolver casi cualquier agravio. A veces llevamos encima una enorme carga (y culpa) cuando hemos ofendido a alguien importante para nosotros. ¿Hay algún incidente de este año que no has resuelto?
Este es un buen momento para hacerlo, pues si no es ahora ¿cuándo? ¿Cuánto tiempo más quieres seguir sintiendo culpa o malestar por lo sucedido?
Piensa en lo que te pierdes al vivir bajo tensión tu relación o, peor aún, sin esa amistad o compañía que tanto te importa. Si te es difícil, podrías acercarte y disculparte enviando una carta o entregarla personalmente.
Vale la pena reflexionar y, si es necesario, también disculparse con uno mismo. Hay diferentes formas en las que nos maltratamos: olvidándonos de atendernos con el médico o dentista; exigiéndonos mucho más de lo que podemos hacer, por ejemplo, en el trabajo; poniéndonos en situaciones de riesgo; relacionándonos con personas que nos hacen daño. Tu cuerpo, todo tu ser, merece una disculpa y una promesa de darle un mejor cuidado. Y el fin de año es una buena razón para redimirte si te has maltratado.
2 Dejar ir lo que no es de utilidad. Soltar lo que ya no necesitas tiene un efecto importante sobre tu bienestar emocional. El fin de año es una buena oportunidad para dejar ir lo material y lo emocional, hacer limpieza. Al deshacerte de artículos con valor sentimental, también te separas de quien solías ser en el pasado. Puedes agradecer que esos artículos formaron parte de tu vida y admitir que fueron importantes en otro momento, pero ahora eres una persona diferente, con situaciones nuevas por enfrentar. Dejar ir también aplica al terreno de las creencias.
Permitir que las cosas e ideas entren y salgan de tu vida con libertad, en lugar de aferrarte a ellas, te brinda una ligereza que no puedes obtener de ninguna otra ma- nera. Revisa las ideas que te impiden avanzar o te hacen daño.
Puedes hacer un ritual. Enciende una vela muy pequeña. Dedica un tiempo a reflexionar conscientemente sobre cómo estas creencias te han debilitado o limitado. Observa cómo se consume la vela, pues en tu mente representa la extinción de esa creencia. Asegúrate de pensar en una nueva idea, más positiva o útil, para reemplazar la anterior.
3 Expresar agradecimiento. Agradecer lo recibido genera abundancia. Quizás ya expresas tu gratitud de manera constante a quienes te apoyan, te ayudan a crecer o te han inspirado. Si no lo haces, el fin de año es el momento propicio para escribirle una nota de agradecimiento a quien haya contribuido a tu bienestar: la vida, tu jefe, pareja, los amigos, tu familia.
De la misma forma, también es importante que te agradezcas a ti mismo por las oportunidades y riesgos que te permitiste tomar, por las formas en que contribuiste a mejorar algún aspecto de tu existencia. Puedes hacer esto cruzando los brazos sobre el pecho, con los ojos cerrados y hablándote desde el corazón y con sinceridad. Te aseguro que encontrarás en este ejercicio bienestar y serenidad. Siguiendo estas sugerencias, las fiestas de fin de año tendrán un tinte nuevo. Con amor di adiós a la Nochevieja y da la bienvenida al Año Nuevo. GDA/El Universal/México