Pedraza: avispa laboriosa como abeja
Casi todos los índices de los expertos y de aficionados estadounidenses apuntan como vencedor al retador por dos razones básicas: es protegido de Floyd Mayweather, que funge como promotor, y por sus 15 nocauts en sus 16 victorias, sin derrotas; y se puede agregar su guardia y su velocidad y puntería con golpes curvos.
Sin embargo, Gervonta Davis, al que Mayweather le obsequió un Jeep Rubicon blanco, de $60 mil, a modo de admiración, sabe que el campeón junior ligero de la FIB, el puertorriqueño José Pedraza, apodado Sniper, no es un flan de vainilla, por el contrario, es un crucigrama blanco o silábico, los más difíciles de resolver: técnica depurada, ambidextro, oportunista, valiente, táctico y con pulmones extra oxigenados, además de ventaja en estatura y alcance, que le permite mantenerse alejado cuando le conviene, aunque también domina la media y corta distancias.
Se piensa, pues, que el KO es la única alternativa de triunfo para el flaco de Cidra, nacido en Caguas, y que expone por tercera ocasión la faja y quien sufre largos escapes del ring porque su manager Lou DiBella y su asesor, Al Haymon, ligado en los últimos años a Mayweather, no han movido bien las fichas, amén de que no le aparecen retadores por su estilo dificultoso; de ahí que este sábado tenga que meterse en el ring del Barclays Center de Brooklyn ante un mimado de la TV, en este caso Showtime.
Pero a veces la sangre (Pedraza) pesa más que el agua (Davis): el desafiante no ha vencido a un solo rival de calidad: el más reciente, Marco Antonio Macías, venía de fracasar en 16 de 20 compromisos y 13 veces por la vía rápida; el penúltimo, Guillermo Avila, dos reveses antes del límite en tres riñas entre julio y diciembre de 2015; y el anterior, Luis Sánchez, dos fracasos por KO'T en ristra; o sea, que ha comido mucho pichón mexicano, incluso Cristóbal Cruz, que fue monarca pluma de la FIB, ganándoselo a Orlando Salido en 2009, perdiéndolo con él en 2010; y convirtiéndose luego en una víctima segura: un triunfo, unas tablas y seis reventones cuando enfrentó al ex soberano de los Guantes Dorados.
A pesar de tener el andamiaje adversamente, creo que Pedraza tiene las herramientas para salir airoso si plantea un patrón defensivo en la primera mitad, buscando el desgaste físico temprano de quien llaman Tank, y apretar del octavo en adelante sin desdibujarse.
Davis, definitivamente, ha noqueado cadáveres, y su pegada fuerte aún no se puede certificar, aunque pueda ser que la tenga, y ya se sabe que Pedraza es una avispa laboriosa como abeja...