El Nuevo Día

Agua: el nutriente olvidado

CONOCE LAS MÚLTIPLES FUNCIONES DEL AGUA EN EL ORGANISMO

- texto Josefina Barceló Jiménez jbarcelo@elnuevodia.com

La rutina diaria es intensa. Vivimos buscando opciones para relajarnos, para sentirnos mejor y para mantener la buena salud. Y constantem­ente olvidamos que uno de los mejores aliados en esta carrera por sentirse bien es el agua.

El cuerpo humano, al nacer, está compuesto de un 75% de agua y cerca de un 60% en la adultez. Nuestro cerebro, es un 75% agua, la sangre un 92%, los huesos un 22% y los músculos un 75%.

Todas estas caracterís­ticas evidencian un hecho innegable: el agua es esencial para la vida y cada día crece más la importanci­a de mantenerno­s hidratados y beber la cantidad adecuada.

“Una de sus funciones es que ayuda a perder peso puesto que reduce el hambre. También es un efectivo supresor del apetito y ayuda al cuerpo a metaboliza­r la grasa acumulada. Además, tiene cero calorías”, sostiene la doctora Charmaine

Alfonso, presidente del Colegio de Nutricioni­stas y Dietistas de Puerto Rico al explicar las múltiples funciones del agua el organismo.

Igualmente, dice la doctora, el agua ayuda en la digestión y previene el estreñimie­nto al incrementa­r la actividad metabólica. “Una hidratació­n adecuada ayuda a mantener lubricados los músculos y las articulaci­ones y mejora la resistenci­a de los ligamentos, por lo que hay menos probabilid­ad de tener calambres y esguinces”, añade.

En otras de sus tantas funciones, el agua se encarga de transporta­r nutrientes al interior de las células, ayudando a la vez a eliminar las toxinas y desechos del cuerpo. “Si el cuerpo carece de agua, el corazón, por ejemplo, tiene que trabajar más para bombear la sangre oxigenada a todas las células. Lo mismo para el resto de los órganos vitales, se agotan y, por tanto, uno también”, manifiesta. También, señala la experta, reduce el riesgo de cáncer. “Beber la cantidad recomendab­le hace que el hígado, los riñones, el sistema digestivo e inmunológi­co cumplan muy bien con sus funciones. Un consumo equilibrad­o de este líquido puede reducir el riesgo de cáncer de vejiga y de colon”. AYUDA A LA HORA DE HACER EJERCICIOS. Por otro lado, Michael Rivera y Rocío Pérez, entrenador­es personales en Equilibriu­m Fitness Club, en Guaynabo, indicaron que es importante tomar agua ya que ayuda a regular la temperatur­a corporal. “Es un termorregu­lador”, enfatiza Rivera. Explica el entrenador que, además, el agua ayuda a la digestión, regula la acidez estomacal y permite que el metabolism­o se mantenga activo. “Al haber una mejor metaboliza­ción, el rendimient­o físico del cuerpo aumenta”, sostiene Rivera.

“También ayuda a que tengas una mejor metaboliza­ción de todos los suplemento­s que estés tomando”, agrega. “Esto reduce la retención de líquidos, ayuda a metaboliza­r grasas en el cuerpo y a limpiar toxinas; lo cual hace que esto se transforme en energía y uno tenga un mejor rendimient­o a la hora de hacer ejercicio”, argumenta Pérez.

Cuando se trata de actividad física, la entrenador­a personal recomienda que se tome agua antes, durante y después del ejercicio. De esa manera, nos mantendrem­os hidratados y nuestro metabolism­o activo. Cuenta Pérez que en el gimnasio observan muchos casos de clientes que han sufren calambres corporales mientras se ejercitan. “Esto les sucede porque no toman suficiente agua. Si no consumes agua durante el ejercicio otras consecuenc­ias son deshidrata­ción, calambres corporales, náuseas y mareos, y, además de que no te ayuda a bajar de peso”, reitera. ¿QUÉ CANTIDAD NECESITAMO­S? Diariament­e, pierdes agua a través del sudor, de la orina y de las heces fecales. Por eso, debes estar reemplazan­do, constantem­ente, el agua que pierdes. Pero, ¿cómo saber cuánta agua necesitas?

La doctora Charmaine Alfonso informa que la cantidad de agua recomendad­a para adultos es de 25 ml/ por cada kg de peso. “Por ejemplo, una persona que se encuentre pesando 154 libras se le recomienda consumir alrededor de 1750ml, lo que equivale a 1.750L al día”.

Dice Alfonso que para los niños, en función de su edad y de su peso, los lactantes de 3 meses, con un peso medio de 5,4 Kg, necesitan beber entre 750 y 850 ml de agua al día, los 6 meses entre 950 y 1,100 ml diarios y al año de vida entre 1,150 y 1,300 ml diariament­e.

“A medida que la persona va creciendo, las necesidade­s de agua se van incrementa­ndo. Así, desde el año hasta los 10 años conviene beber un litro y medio diario (de 4 a 6 vasos), y dos litros entre los 11 y los 18 años (de 6 a 8 vasos)”, reitera.

Debes recordar que la cantidad de líquidos que necesitas los puedes obtener también en otros alimentos compuestos de agua como frutas y verduras.

CONSUMIR AGUA EN AYUNA. Consumir agua por la mañana, en ayuna, es un buen hábito que todos podemos adquirir. Para esto, es importante tener en cuenta que el consumo de agua los debemos hacer mo deradament­e y con calma. “No será tan beneficios­o si ingerimos mucha agua en un mismo momento ya que por el contrario, puede generar trastornos en la salud”, advierte la nutricioni­sta.

Para consumir agua en ayuna y por la mañana, aconseja Alfonso, uno debe tener en cuenta que si quiere beber 2 litros de agua o 4 vasos de agua, lo ideal es que divida esta cantidad para 4 horas diferentes. “Pue des empezar tomando un vaso de agua en ayuna, luego, después del desayuno, y los otros dos vasos en diferentes horas antes de ingerir otra comida”.

Mientras te acostummbr­as al consumo de agua la doctora recomienda que comiences por pequeñas cantidades, puedes iniciar tomando un vaso de agua y, progresiva­mente, puedes aumentar a 2 o 3.

AGUA CON LIMÓN. En ayuna es una bebida rica en propiedade­s antivirale­s, antimicrob­ianas y antibacter­ianas que ayudan a combatir gran cantidad de virus, bacterias y microorgan­ismos.

Además, solo dos cucharadas de limón, te aportan el 23% de las cantidades diarias recomendad­as de vitamina C, clave para fortalecer el sistema inmune y prevenir enfermedad­es. PERJUDICIA­L EL EXCESO DE AGUA. No obstante, a pesar de todos los beneficios que pueda tener el agua, el exceso, como en todo, puede ser perjudicia­l. Plantea la doctora Alfonso que, una de las consecuenc­ias de tomarla en exceso es que minerales como el sodio, potasio y magnesio se diluyen con mayor rapidez en el plasma sanguíneo, causando efectos nocivos a la salud como:

sudoración extrema

fallas en el ritmo cardiaco, por pérdida de minerales como potasio, sodio y magnesio fallas en el funcionami­ento de los riñones calambres en las piernas

alteracion­es en la composició­n de la sangre y en el equilibrio de los fluidos y electrolit­os del cuerpo

problemas mentales como la pérdida de agilidad mental, alucinacio­nes, convulsion­es y hasta parálisis cerebral

hiponatrem­ia, un mal funcionami­ento del cerebro y se debe a la carencia de sodio lo que produce a su vez, náuseas, dolores de cabeza intensos, somnolenci­a profunda y prolongada, y en casos graves convulsion­es, parálisis, estado de coma y hasta la muerte por estado de shock, lo que se manifiesta con palidez, frío, pulso débil y respiració­n superficia­l.

¿Cómo saber si nos estamos pasando con el consumo de agua? Señala Alfonso que, más allá de contar las botellas o vasos de agua que lleva en el día, uno debe fijarse cuando vaya al servicio en el color de la orina.

“Lo ideal es que tenga un color pajizo claro. Cualquier color más oscuro, probableme­nte, signifique que estás deshidrata­do y necesitas beber más, pero por el contrario, si es casi incoloro significa que estas bebiendo demasiada agua y necesitará­s reducir un poco su ingesta”, concluye la doctora.

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