Disfruta hasta muy tarde
Stephanie del Valle se robó las miradas y la admiración de todos con su porte, en su vestido rojo, y luego se dedicó a pasarla bien
Como una noche inolvidable, describió Stephanie del Valle, la gala que le ofreció la organización de Miss Mundo de Puerto Rico la noche del sábado en el Antiguo Casino de Puerto Rico en el Viejo San Juan por haber obtenido la corona de Miss Mundo tras largos 41 años de espera.
Por eso se la disfrutó al máximo con los suyos, con la gente que aprecia, hasta pasada la medianoche.
“Esta noche la describo como mágica porque tengo amistades, familiares y personas que han sido parte de mi aventura como Miss Mundo aquí, es una noche especial y estoy super contenta”, sostuvo la reina.
Stephanie hizo su entrada triunfal a la recepción con un espectacular vestido del “diseñador de las reinas”, Carlos Alberto, en organza de seda rojo con un collar, como parte del traje, de piedras grandes en cristales Swarovsky. Su cabello recogido añadió al glamour que ya le viene de casta a la modelo.
Como apertura de la recepción, que fue conducida por el actor mexicano Fernando Allende, la joven leyó un mensaje en inglés escrito previamente y agradeció a cada una de las personas que la ayudaron en su preparación para alcanzar sus sueños y que hizo pasar al frente.
Mientras Wilnelia Merced Forsyth, asesora de Miss Mundo de Puerto Rico, cuya presidenta es su madre, Delia Cruz, reveló que por ser Puerto Rico el país donde nació su reina estarán visitando más frecuentemente a la Isla para aportar ayuda a causas locales a través de Belleza con propósito que ha recaudado ya 100 millones de libras de esterlina desde su fundación y que han sido repartidas entre las 140 organizaciones con las que trabaja el reconocido proyecto.
Concluida la cena, Stephanie fue mesa por mesa a saludar a los invitados, como la comunicadora Carmen Jovet y Fernando Álvarez, quien quedó primer finalista en Mr. Mundo 2016 y que se ha convertido en un buen amigo de la reina.
Bailó con su padre, el abogado Jesús Del Valle, la canción “Mi niña bonita” interpretada por Fernando Allende, y el orgulloso progenitor no pudo disimular la emoción. Abrazados los dos se hablaban muy cerca, era una escena que todos admiraron.
Entonces la joven se lanzó a la diversión, y al baile que fue ame- nizado por el cantante Tony D’Santos y el violinista Frank Torres, también participó el Grupo 4, y Los tremendos que encendieron la fiesta con su plena casi al final de la velada y con los que la joven demostró que para ella no hay nada como los ritmos boricuas.
Era una noche de júbilo, pero también de despedida.
“Me voy pero guardo estos tres días que pasé en mi tierra y que han sido inolvidables”, concluyó la soberana boricua.