Economía del conocimiento: ¿realidad o ficción?
¿Qué tienen en común un alto ejecutivo de una empresa farmacéutica y un socio de una firma internacional de contabilidad? Ambos fueron becados por PRIDCO para completar estudios posgraduados en las mejores universidades de Estados Unidos y ambos se han retirado o están a punto de retirarse. ¿Quién los reemplazará?
El presupuesto becario de PRIDCO fue transferido al Consejo de Educación de Puerto Rico. Este fondo, hasta hace varios años, ascendía a $50 millones anuales y era nutrido por el Fondo General del Gobierno. Una vez este fondo salió de las manos de PRIDCO, la estrecha relación que existía entre el uso de esos fondos para el fomento del desarrollo económico de Puerto Rico fue mermando. Ya no se estaba fomentando el camino a estudios posgraduados en universidades de Estados Unidos. Por el contrario, el dinero solo se podía emplear en estudios subgraduados instituciones privadas locales, dos de las cuales gradúan un promedio de menos del 20% (en comparación con más del 90% en universidades competitivas en Estados Unidos y el 49% en la UPR).
Si deseamos tener una economía de conocimiento, hay que fomentarla. Usar estos fondos para facilitar que estudiantes meritorios puedan recibir la mejor educación, con el compromiso de retornar a Puerto Rico, es una excelente inversión en nuestro futuro; una inversión que Industriales respalda.