Joven cabildera logra inspiradora legislación
Una tarde de julio de 2014, me llamaron para decirme que mi mamá estaba en el hospital. Fue allí que le diagnosticaron esclerosis múltiple, una enfermedad del sistema nervioso central que muchas veces incapacita a quien la padece.
Ese verano, mi familia y yo entramos en un mundo de incertidumbre pues no conocíamos nada de la condición.
Lo primero que pensé fue que mami se iba a morir. Fue una vez que me informé sobre la condición, sus síntomas y consecuencias, que comencé a tranquilizarme un poco.
Como miembro de las Niñas Escucha, llevaba tiempo con el deseo de trabajar por la Medalla de Oro, el máximo galardón que otorga la organización. Así que decidí trabajar el proyecto con el siguiente tema: “Crear conciencia sobre la esclerosis múltiple y el cáncer”, para que otras personas no tuvieran que pasar por la misma experiencia que pasamos mi familia y yo a causa del desconocimiento.
Mi deseo es que otras personas que enfrentan diagnósticos de esas enfermedades tengan fácil acceso a recursos e información.
Como parte de esta iniciativa, decidí impulsar la aprobación del Proyecto del Senado 1180, para crear un Registro de Personas con Esclerosis Múltiple en Puerto Rico. La medida fue aprobada en ambos cuerpos legislativos y se convirtió en la Ley 85 del 22 de julio de 2016, siendo la primera ley de su tipo a nivel mundial.
Lograr las metas que me propuse no fue fácil, pues me topé con demasiadas piedras en el camino que me hicieron dudar de mis capacidades y de lo que estaba haciendo.
Pero ante toda decepción y obstáculo, siempre valió más el inmenso amor que siento por mi mamá y mi compromiso con los pacientes de esclerosis múltiple y de cáncer.
¿Qué aprendí de esto? Que no se vale rendirnos ni darnos por vencidos. Si uno tiene un sueño y un plan para cumplirlo, hay que seguir adelante para lograrlo. Siempre habrá puertas que se cierran, pero muchas más se abrirán más adelante, solo hay que atreverse a tocarlas y perseverar.
Hay que demostrarles a todos que la juventud no está perdida, que tenemos mucho que aportar y que tenemos el deseo y la capacidad de comenzar a construir desde ahora un mundo mejor.
Vilmarie Ocasio Cabildera ciudadana Medalla de Oro Niñas Escuchas