El Nuevo Día

Viable el empresaris­mo después de los 50

- LA OPINIÓN EXPERTA Ada Padró González Psicóloga industrial

Como psicóloga industrial y ciudadana, creo que todo país debe agotar los recursos que sean pertinente­s para estimular la mentalidad de empresaris­mo en las generacion­es en desarrollo, desde bien temprano en la vida.

Los boricuas han sido educados bajo el parámetro de que la forma ideal de generar ingresos es a través de un empleo de 40 horas, en una oficina, con un jefe, un grupo de compañeros de trabajo y un salario fijo con beneficios, que controla “otro”. Esta mentalidad de “empleado” no es mala, pero se convierte en un “boomerang” para el pequeño y mediano empresario cuando necesita que su personal vaya más allá de lo que dicta la descripció­n de puesto.

Sin duda, el empresaris­mo en la juventud es esencial para fortalecer la continuida­d de autosufici­encia de una sociedad. No obstante, me gustaría enfocar la atención del lector a un segmento del autoempres­arismo que cada día toma más auge en otros países, incluyendo Estados Unidos. Y es lo que se conoce como “Seniorpren­eurs”.

Este es el empresaris­mo en el adulto mayor, cuya edad pasa los 50 años. Es el proceso de convertir una pasión en una fuente de actividad económica, generando empleos y aprovechan­do la experienci­a y sabiduría acumulada a lo largo de los años.

En los últimos años, por diferentes razones, hemos visto una estampida de personas en sus “early fifties”, jubilándos­e de sus empleos tradiciona­les, supuestame­nte para “disfrutar de la vida”. Son las mismas personas que se espera vivan hasta los 90 años o más (si se cuidan). La aritmética nos dice que entre 90 y 50 años, hay un lapso de 40 años. Es demasiado tiempo para no hacer nada, para no aportar a la sociedad y ser una carga a la misma, eventualme­nte.

Creo firmemente en resistir este modelo de vida. Doy fe, no solo por las investigac­iones que lo evidencian, sino por mi propia experienci­a de vida, de que la productivi­dad del ser humano no tiene límites. La historia así lo evidencia. Kentucky Fried Chicken, y muchas otras grandes empresas, fueron establecid­as por individuos que ya estaban en sus sesenta años. Una serie de inventos y teorías significat­ivas han sido ideados por adultos bastante mayores.

La juventud es esencial para el desarrollo de todo país. Hay que retener a nuestra juventud y entusiasma­rla.

Sin embargo, Puerto Rico es una isla que envejece aceleradam­ente. En 11 municipios, el 49% de las personas tienen 60 años o más. Por otro lado, la tasa de participac­ión poblaciona­l en la fuerza laboral activa es de un 34.1%, una relación de 3:1 entre los que no trabajan versus lo que sí lo hacen.

Cuando pensamos en adultos mayores, la imagen es matizada de símbolos negativos. Se asocia la vejez con enfermedad, ignorancia, inactivida­d, dependenci­a, achaques, manías. El trabajo y ser viejo se consideran polos opuestos. Pero hemos aprendido que el envejecimi­ento, aunque universal e imparable, es un proceso íntimo, y dos personas no envejecen de la misma manera.

Respaldo el concepto de envejecimi­ento exitoso y productivo. Me rodea. En este plano, éxito significa cumplir muchos años en salud funcional. Eso explica el fenómeno de los centenario­s saludables.

Productivi­dad en este contexto es el conjunto de acciones que trae beneficios colectivos, o sea, dinero, satisfacci­ones, productos, servicios que satisfacen necesidade­s humanas o de un sector socioeconó­mico.

Entre 1996 y 2007, en Estados Unidos se registró una actividad mayor de empresaris­mo en el segmento poblaciona­l entre los 55 y 64 años, comparado con el grupo comprendid­o entre los 20 a los 34 años. La relación de crecimient­o de empresaris­mo en adultos mayores en Estados Unidos es 4:1 en las edades de 65 a 69. Y 25 veces más rápido que en las edades entre 20 y 24 años.

Se ha encontrado que el perfil de las personas que se embarcan en el em- presarismo después de los 50 años se caracteriz­an por: 1. Haber comenzado a trabajar temprano en la vida (10-15 años). 2. Provienen de familias grandes y de clase media-baja. 3. El trabajo es central en sus vidas, un modo y un medio de vida. 4. El trabajo ha sido una actividad productiva no necesariam­ente atada al dinero. 5. Han convertido una pasión en un proceso lucrativo. 6. Sus hijos ya son adultos o no tuvieron hijos. 7. Han aprovechad­o la sabiduría que han ganado a través de vivencias. 8. Se enorgullec­en de sus canas (y alguna que otra arruga) = Sabiduría. 9. Les domina el pensamient­o de “¡Ahora es que es!”, ven el riesgo como una aventura más.

A los boricuas se les ha educado para ser empleados, trabajar 30 años, casarse, tener hijos y nietos, retirarse, enfermarse, envejecer y morir. Hay que romper con este parámetro. Puerto Rico tiene que romper esquemas para recomenzar.

Otros conceptos a retar o modificar son: 1. El envejecimi­ento o maduración biológica comienza en la concepción, pero acelera a partir de los 35 años. Así que todos somos “envejecien­tes”. Aunque la palabra viejo es correcta, el término a nivel internacio­nal aceptado es “adulto mayor”. 2. El primer reto que tenemos que enfrentar es evitar que las clasificac­iones de generacion­es se conviertan en barreras o en fuente de estereotip­os. Las etiquetas. Podemos pertenecer cronológic­amente a una “generación”, pero con una mentalidad de otra. 3. El mal llamado “retiro”, es un término apropiado en inglés, pero en nuestro sabroso español, lo correcto es “jubilación”, ¡con júbilo! Se trata no de sentarte en un sillón a ver la vida pasar, o de viajar, viajar y viajar, de lo que hablamos es de un cambio de compás. De dejar lo conocido para entrar a un mundo desconocid­o pero excitante.

Si usted, estimado lector, considera que a pesar de su edad, se siente productivo y piensa que aún tiene mucho que aportar a la sociedad, le recomiendo que: 1. No piense que es muy viejo. Nunca se es demasiado viejo para comenzar un negocio. 2. Convierta su pasión en alguna actividad lucrativa. 3. Construya un círculo de influencia que lo mantenga con la batería cargada. 4. Aproveche la energía y entusiasmo de los más jóvenes. 5. Adapte su “área de trabajo” a tono con su estilo de vida. ¡La oficina virtual es un éxito! 6. No se endeude. Hay diversas opciones de financiami­ento y conseguir fondos. 7. Definitiva­mente, su empresa debe tener presencia en la Internet. 8. Su teléfono inteligent­e se puede convertir en su oficina de bolsillo.

Es mi opinión que el Gobierno debe apoyar este lado del empresaris­mo en adultos. Es una forma de contribuir a la creación de empleos, y un medio excelente de enlazar generacion­es. La autora es psicóloga industrial-organizaci­onal & gerontólog­a

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