El Nuevo Día

POQUITA FE

- Rosa Mercado Abogada y escritora

El presidente del Senado ha decidido, por sus pistolas, como decían en las películas mexicanas, instaurar de nuevo las Oficinas de Base de Fe. Porque sí. Porque cuando él fue presidente antes la tuvo y ahora la va a tener nuevamente. Como si no hubiera un abismo fiscal entre un escenario y otro. Mejor dicho, como si el abismo no se hubiese hecho más profundo.

Lo curioso de estas oficinas de base de fe, es para empezar, la fe. Porque aquí en Puerto Rico hay judíos, musulmanes, budistas, santeros y practicant­es de la iglesia del espagueti volador, que pagan puntualmen­te sus contribuci­ones, edifican sus vidas y aportan al bien común sin que su particular fe se incluya en esa oficina de base de fe.

La fe de Rivera Schatz es en teoría cristocént­rica. En la práctica, es una manera de ganarse el favor del sector fundamenta­lista de la sociedad con el que cuenta para sus aspiracion­es en el 2020.

Él ha dicho, como justifican­do su decisión, que la gente se impresiona menos de ver a un religioso que a un policía o a un trabajador social. ¡No me diga! Y el mundo es redondo y da vueltas. ¡El colmo sería que se impresiona­ran lo mismo! Obviamente la presencia de unos y otros tienen implicacio­nes y consecuenc­ias distintas. Ha dicho además, que ellos llegan, a donde el gobierno no llega.

Pero, ¿cuál es la función de esas oficinas? ¿Consolar al que sufre? Eso es una obligación cristiana libre de costo.

¿Existe un informe verificabl­e del pastor Heredia que justifique los miles que se ganó y del que no tengamos noticias?

¿Y si el pastor Ricky Rosado trabajara por $1.00 como el sacerdote que trabajará asesorando a la cámara? Nos quitaría el peso económico, pero nos dejaría el sabor amargo de la imposición de la fe de unos sobre la vida de los otros.

¡El Señor nos coja confesaos!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico