RCP para infantes
IDENTIFICA UN ÁREA ELEVADA Y SEGURA DONDE COLOCARLO, COMO UNA MESA. SE DEBE EVITAR EL PISO DE SER POSIBLE.
Habla al niño, ubícate a uno de sus lados y tócale los pies para ver si reacciona.
Observa si respira. Si no se mueve su pecho se debe proceder a dar RCP.
Si hay alguien más, ordénale en voz alta que llame al 9-1-1. De lo contrario, marca y coloca la llamada en altavoz.
Coloca dos dedos sobre el esternón (en el centro de una línea imaginaria entre sus mamas).
Haz 30 compresiones rápidas de hasta pulgada y media de profundidad. Primero sentirás la resistencia del esternón y luego un vacío seguido de un rebote causado por el contacto con el corazón. Si no hay rebote no se está llevando sangre al corazón. Debes esperar a que el pecho suba por completo antes de dar la siguiente compresión, pero debe ser rápido, a una velocidad de entre 120 y 100 compresiones por minuto.
Con delicadeza, desliza la cabeza del paciente hacia atrás para abrir la vía de aire.
Coloca la mascarilla, crea un sello con tus labios alrededor de la boca y la nariz (ambas vías) y sopla fuerte por un segundo, dos veces. Cada ventilación debe ser lo suficientemente fuerte para que el pecho se levante, pero no tan fuerte que haga subir la barriga.
Continúa con ciclos de 30 compresiones y dos respiraciones mientras puedas hasta que haya signos de vida, llegue relevo o el lugar en el que estén se torne inseguro. Cuenta las compresiones en voz alta para que al llegar relevo sepa cuántas faltan.
NOTA - Si el niño tiene más de un año y pesa 55 libras o más, puedes usar el talón de una mano para las compresiones.