Reportan primera víctima de violencia de género
La occisa había radicado una orden de protección contra el agresor, la cual estaba vigente
La Fiscalía de Ponce radicó ayer tarde cargos contra Félix Ramos Domínguez, luego que este confesara que asesinó a su expareja, Arelis Suárez Santiago, en Juana Díaz.
Los hechos ocurrieron en la madrugada de ayer en la residencia de la mujer.
El incidente, investigado como un caso de violencia de género, se reportó a las 12:40 a.m., en la calle Arturio de la Comunidad Cristiana, en el mencionado municipio.
Suárez Santiago había obtenido una orden de protección contra Ramos Domínguez, de 33 años, orden vigente del 21 de septiembre del 2016 al 21 de mayo de este año.
Según el inspector Elexis Torres, Ramos Domínguez tenía casos previos de violencia de género radicados del 2006 al 2009, cuando también enfrentó cargos de agresión y violación a la Ley de Armas. No se precisó, sin embargo, el estado de dichos casos.
En el incidente de ayer, Ramos Domínguez hirió fatalmente con un arma blanca a Suárez Santiago, quien según trascendió se comunicó con la Policía cuando el hombre forzó la puerta de su casa.
“Se inició una discusión y tomó el cuchillo”, dijo Torres.
El cuerpo de la mujer fue encontrado en su cuarto. La víctima tenía dos hijos, de 9 años y cuatro años, este último hijo de Ramos Domínguez y Suárez Santiago. Los menores estaban en la casa con su abuela al momento de los hechos y, según se informó, fueron testigos de la agresión.
Tras los hechos, temprano en la mañana de ayer, Ramos Domínguez acudió a la Comandancia de Área de Bayamón, donde confesó que había asesinado a su expareja. El hombre se trasladó allí desde Juana Díaz en el vehículo de la mujer de 31 años.
Suárez Santiago es la primera víctima de violencia de género que se reporta en lo que va de año. Según la Coordinadora Paz para la Mujer, violencia de género es un patrón de comportamiento donde la pareja o expareja usa fuerza física y/o sexual, coacción, amenazas, intimidación, aislamiento, abuso emocional o económico para controlar a su pareja.