El Nuevo Día

FUSIÓN DE SABORES CON ÉNFASIS EN CARNES EN L’OLIVO MEDITERRAN­EAN DELI & GOURMET SHOP

L’Olivo Mediterran­ean Deli & Gourmet Shop abrió sus puertas hace cuatro meses y se ha posicionad­o como un favorito por su calidad, servicio y agradable ambiento

- Texto María C. Moreno Villarreal Especial Por Dentro Fotos Juan Luis Martínez

El olivo está íntimament­e ligado a Atenea, diosa griega de la astucia y la prudencia. Junto al roble, el olivo ha sido respetado y venerado como uno de los árboles míticos griegos por ser fuente de alimento y por representa­r a esta poderosa diosa, a quien se le atribuye haber plantado el primero de ellos en Atenas. Con el paso del tiempo a esta deidad se le identifica como símbolo de prosperida­d, sabiduría, fuerza, esperanza, paz e inmortalid­ad.

Narrada esta brevísima versión de una historia larga y compleja, no es de extrañar que para muchos se haya convertido en amuleto de buena fortuna. Parecería que consciente o inconscien­temente, Jay Cintrón optó por bautizar su nueva aventura gastronómi­ca L’Olivo buscando protección y guía para, al juntar el trabajo, el esfuerzo y la calidad asegurar y sostener el éxito con que ha arrancado.

L’Olivo Mediterran­ean Deli & Gourmet Shop abrió sus puertas hace cuatro meses y desde ese momento el restaurant­e, que ubica en la avenida Roosevelt, se ha convertido en un punto de encuentro muy concurrido.

“Estudié el área y noté que hacía falta un lugar accesible para la gente de Hato Rey y que lo mismo sirviera para encuentros de trabajo como para otros más informales”, comenta Cintrón propietari­o también hace 12 años de Di Parma, en la Ventana al Mar.

“Poco a poco, escuchando los comentario­s del público, hemos ido ajustando el menú. Surgió sobre la marcha que los platos de carne era de los más ordenados, así que poco a poco fuimos añadiendo cortes”.

Pendiente en todo momento a lo que sucede en su entorno, señala que la carne que sirven es 1855 Swift. “Solo un 10 por ciento de la carne angus entra bajo esta clasificac­ión. El servicio y la calidad de los productos son prioritari­os para una apuesta exitosa, por eso buscamos lo mejor siempre y este producto nos lo garantiza”. UN HÍBRIDO. Una vez identifica­do el punto idóneo, convirtió en realidad el proyecto que habitaba en su mente. Su plan se tradujo en un agradable lugar con aire mediterrán­eo, pero sin olvidar que estamos en el Caribe.

Mesas en madera, unas altas y otras bajas, repartidas por tres salones con sillas y taburetes de mimbre aportan al aire atractivo que Cintrón ansiaba. Piso con losas hidráulica­s que combina patrones e imita los de las casas antiguas, una barra al fondo con banquetas en forma de corchos de champagne, luz indirecta complement­ada con una iluminació­n suave y cálida le dan a L’Olivo un aura muy acogedora.

“Quería que el lugar fuera bonito y elegante pero que no se sintiera intimidant­e, un híbrido”, dice y aprovecha para comentar sus planes para el segundo piso del local que pronto estrenará y servirá de atelier y escuela de vinos.

Jay, quien trabajó en Café Bohemio, en el Níspero y Picoteo hasta abrir Di Parma, ha sido muy prudente en sus movimiento­s ya que no quiere que L’Olivo se convierta en uno de esos lugares que pronto pasan de moda.

“Para mí esto es un proyecto de vida. Lo pienso como un negocio que pueda pasar a futuras generacion­es. Estoy claro en que abrir en un momento como este es bien arriesgado, pero era algo que necesitaba hacer. Esta industria es adictiva y una vez entras en ella siempre estás buscando nuevas aventuras”.

MENÚ. La carta de L’Olivo es amplia y tiene para todos los gustos y presupuest­o. En ella encuentras sopas, ensaladas, aperitivos fríos -como hummus, carpaccio de salmón y tartar de atún- y calientes -como chicharron­es de mero y berenjena sellada a la parrilla-, bocadillos y ocho pizzetas con diversidad de ingredient­es hechas en horno de piedra. Hay algunos platos principale­s de pescados y mariscos, pero los pesos pesados están en la variedad de cortes de carne que pueden servirse acompañado­s por papas, mampostead­o con chistorra y tostones, entre otros aderezos.

“Me interesaba ofrecer un menú variado inspirado en la cocina del mediterrán­eo y que fuera accesible. Las porciones son generosas. Nos lo pidió el público así que buscamos servir cantidad sin perder la elegancia”, dice Carlos Sánchez, el chef ejecutivo.

Desde el pan, la masa para la pizza, pasando por los aperitivos y platos hasta llegar a los postres todo sale de la cocina de Sánchez.

En este último renglón, los favoritos son el Key Lime Pie y el Double Chocolate Cake. No obstante, si puedes, no dejes de probar los helados y sorbetes que tienen. El helado de queso manchego y el sorbete de Merlot están muy bien logrados.

Sánchez es producto de la Universida­d del Este y de las cocinas de chef Marisoll, Álex Sánchez y Augusto Schreiner.

“Busco, en la medida de lo que es posible, usar productos locales, lo más saludable. Hacer cocina con sentido. Soy bien consciente de ofrecer también alternativ­as para las personas que llevan dietas especiales como los vegetarian­os y los alérgicos al gluten”, asegura este amante de la charcuterí­a francesa y que con humildad nos cuenta lo que ha aprendido de cada uno de sus maestros.

Jay y Christian Oleas en el piso y Carlos en la cocina, apoyados por un grupo de jóvenes entusiasta­s, se preocupan de que quien tenga la experienci­a de L’Olivo repita su visita.

“El equipo de trabajo ha logrado engranar bastante rápido y todos nos esforzamos para ofrecer lo mejor”.

Otro de los atractivos es el menú de catering que ofrece opciones para que reuniones, fiestas o actividade­s puedan contar y ofrecer algo sabroso. Bandejas con cortes fríos, bocadillos, postres y pizzettas se encuentran entre las ofertas. CÓCTELES Y VINOS. “En la carta encontrará­s cócteles o vinos que están pensados para algún plato. Cada plato tiene un novio en la pared. Jay, Christian y yo somos amantes de los vinos y estamos bien pendientes de orientar a quienes nos visitan”.

La carta de vinos es amplia: España, Francia, Italia, Australia, Austria, Estados Unidos, Argentina y Nueva Zelanda tienen representa­ción en ella. También hay varias opciones por copa de blancos, tintos y espumosos.

La barra está custodiada por André Visconti, mixólogo, que con gusto te preparará algunos de los tragos símbolo de la casa.

Entre los favoritos y por ello los más solicitado­s están: La coqueta con Ketel One, St. Germain, Açaí y cardamomo; Barril ahumado que combina Barrilito, parcha y angostura de naranja.

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 ??  ?? A la derecha, Oscar Torres, Jay Cintrón, André Visconti, el chef Carlos Sánchez, Christian Oleas y Megan Fenn, son parte del equipo que vela por que los comensales estén complacido­s. Sobre estas líneas, carpaccio de remolacha con berro y queso de cabra...
A la derecha, Oscar Torres, Jay Cintrón, André Visconti, el chef Carlos Sánchez, Christian Oleas y Megan Fenn, son parte del equipo que vela por que los comensales estén complacido­s. Sobre estas líneas, carpaccio de remolacha con berro y queso de cabra...
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