Los maestros necesitan mejores herramientas
Los educadores acuden a las aulas escolares a promover el desarrollo cognitivo, lingüístico, creativo, físico y socioemocional de la niñez y juventud puertorriqueña. Al entrar al salón convergen con las situaciones comunitarias del entorno en donde conviven durante su jornada laboral.
En el proceso de enseñar; indagan y conocen la radiografía escolar que refleja las problemáticas que viven nuestros estudiantes, maestros y otros compañeros, en el ámbito personal, educativo y profesional; tanto en el hogar como en la escuela.
El reto del magisterio estriba en armonizar los factores, circunstancias y eventos con su responsabilidad primaria de enseñar. Ante esto, implementan metodologías, técnicas y estrategias sustentadas en sus creencias, experiencia y en su preparación académica.
El contraste estriba en aquellas que se recurren que son apropiadas y atemperadas a nuestra realidad cultural y social versus las inapropiadas e inadecuadas para atender a la niñez.
Por tanto, la praxis educativa tiene que matizarse con la protección, atención y cuidado hacia nuestros estudiantes con responsabilidad, compromiso, profesionalismo en un contexto continuo por abogar por quienes son voces en silencio. Parar lograrlo, el personal administrativo de instituciones públicas y privadas tienen que confiar en el magisterio, brindarles herramientas, atender las situaciones particulares de cada uno, ofrecerle oportunidades de diálogo entrelazados con ayuda de expertos en el área socioemocional, acompañarlos en la escuela mientras tienen al alcance materiales, libros, equipos y recursos profesionales que contribuyan al bienestar socioemocional e intelectual del estudiantado.
No basta, con ayudas momentáneas o circunstanciales. Si continuamos con las mismas estrategias los contrastes serán mayores en nuestras escuelas y será más difícil la transformación del País. Valoremos y alberguemos nuestras esperanzas en los maestros y personal que interactúan con nuestros estudiantes enfocados en hacer lo que mejor conocen: enseñarle a nuestro pueblo. Dra. Nereida J. Rodríguez Catedrática Asociada de la UPR de Bayamón