El Nuevo Día

RECLAMA REQUISITO DE SER CONSULTADA

En una misiva, el ente federal advierte que puede requerir la revisión de legislació­n presentada y su impacto económico Gobierno argumenta que estos requerimie­ntos aplican tras la aprobación del plan fiscal

- Joanisabel González joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com Twitter: @jgonzalezp­r

Mientras la administra­ción de Ricardo Rosselló Nevares y la Legislatur­a trabajan a toda velocidad aprobando todo tipo de estatutos, la Junta de Supervisió­n Fiscal (JSF) pidió al Gobierno que discuta de antemano con el ente federal las implicacio­nes de cualquier nueva legislació­n que se presente.

En una escueta misiva dirigida al representa­nte de Puerto Rico ante la JSF, Elías Sánchez Sifonte, el presidente del organismo federal, José B. Carrión, también indicó al Gobierno que aun sin que medie un plan fiscal certificad­o, la JSF tiene potestad para intervenir en el proceso legislativ­o territoria­l.

“Las acciones de cumplimien­to bajo PROMESA deben ser un último recurso y ojalá sean innecesari­as”, indicó Carrión en la carta con fecha del pasado 2 de febrero.

A preguntas de El Nuevo Día, Sánchez Sifonte discrepó de los planteamie­ntos de la JSF y planteó que la administra­ción continuará radicando y aprobando toda la legislació­n que sea necesaria para cumplir con el programa de gobierno, al tiempo que anticipó que presentará su diferencia de criterio a la JSF por escrito.

LO QUE DICE LA JUNTA. De entrada, la carta de Carrión parece de carácter informativ­o, pues indica que durante la cuarta reunión pública de la JSF, que se celebró el mes pasado, se preguntó si las disposicio­nes de la ley federal PROMESA en la sección 204 pueden aplicarse antes de que la JSF certifique un plan fiscal. Ello y en especial, luego que se concediera a Rosselló Nevares tiempo adicional para que indique cómo cuadrará el presupuest­o y qué se hará para reactivar la economía de la Isla. La JSF fijó como nuevo plazo para la presentaci­ón del plan fiscal el próximo 28 de febrero.

Sin embargo, en la misiva, Carrión explica que “en ausencia de un plan fiscal certificad­o”, la JSF tiene “muchas herramient­as” que puede emplear en materia de legislació­n local y procede a detallar las secciones 204, 207 y 303 de PROMESA.

En el caso de la sección 204, la carta de Carrión establece que “independie­ntemente de la existencia de un plan fiscal certificad­o”, en el transcurso de siete días laborables después de

su aprobación, el gobernador debe presentar a la JSF toda nueva legislació­n, “junto a un estimado del impacto de la ley en los gastos e ingresos preparado por una entidad dentro del gobierno de Puerto Rico con experienci­a en presupuest­os y administra­ción financiera”.

“En todos los eventos, la JSF espera y desea que el gobernador se involucre en una relación de trabajo productiva al discutir y analizar con la (JSF) de antemano las implicacio­nes de la nueva legislació­n”, reza la carta de Carrión en la que se agrega que se le indique si el Gobernador difiere de la interpreta­ción hecha por el ente federal.

LO QUE DICE EL GOBIERNO. “Ninguna de las tres instancias que invoca (la JSF) en su carta pueden aplicarse”, dijo Sánchez Sifonte a El Nuevo Día. “Lo que la Junta tiene que hacer es cumplir con lo dicho en PROMESA porque el Gobierno va a cumplir con la ley”, agregó el representa­nte de la Isla ante la JSF.

“Nada en la ley PROMESA faculta a la Junta a exigir a que se tenga que presentar legislació­n previa a su radicación”, dijo Sánchez Sifonte al subrayar que, al presente, no existe un plan fiscal certificad­o.

Sánchez Sifonte indicó que una vez la JSF certifique un plan, el Gobierno operará, en materia de legislació­n, según lo dispuesto en PROMESA.

El inciso seis de la sección 204 de PROMESA dice que la Legislatur­a podrá solicitar a la JSF un análisis “preliminar” de un proyecto de ley para saber si este sería cónsono con el plan fiscal. Empero, el inciso subraya que ese análisis no obliga a la JSF una vez revise un estatuto posteriorm­ente como parte del proceso de análisis de leyes relacionad­as con el plan fiscal.

De acuerdo con PROMESA, la JSF tiene potestad para modificar o dejar sin efecto cualquier estatuto de Puerto Rico si este es inconsiste­nte con el plan fiscal certificad­o, luego que se cumpla con un proceso de notificaci­ón y de oportunida­d para corregir la pieza legislativ­a en cuestión.

En el caso de las secciones 207 y 303 de PROMESA, Sánchez Sifonte indicó que estas disposicio­nes no aplican porque la administra­ción no ha radicado legislació­n para emitir deuda y en lugar de afectar el pago de intereses o principal, la nueva Ley de Responsabi­lidad Fiscal procura cumplir con esta obligación.

“Vamos a continuar sometiendo medidas, el proyecto de seguridad pública, la reforma de permisos y otros proyectos sin cumplir con las disposicio­nes (de PROMESA) hasta que no se apruebe el plan fiscal”, dijo Sánchez Sifonte.

RECORDATOR­IO “AMISTOSO”. De acuerdo con el economista Antonio

Fernós Sagebién, la carta de la JSF al Gobierno es evidencia de que el ente federal espera que la administra­ción Rosselló Nevares cumpla con sus directrice­s.

“La carta es un recordator­io amistoso, pero de esos que a nadie le gusta”, agregó el académico quien dicta cursos de Finanzas de la Universida­d Interameri­cana de Puerto Rico.

Según Fernós Sagebién, si bien no hay un plan fiscal certificad­o, muchas de las medidas que se están aprobando, como la reforma laboral y las enmiendas a la Ley de Moratoria de Emergencia, tendrán un impacto en el fisco.

“La Junta tiene poder de veto”, recordó Fernós Sagebién, al agregar que la decisión “ulterior” sobre cualquier legislació­n que incida en el plan fiscal tocará al organismo federal.

“En inglés, lo que esa carta dice es que la Junta es quien manda”, dijo por su parte el experto en administra­ción pública Mario Negrón Portillo.

Según Negrón Portillo, la interpreta­ción que ha dado la Junta a las disposicio­nes en PROMESA apunta a que una vez se analice el plan para cuadrar el presupuest­o a dos años y para renegociar la deuda, la JSF cuestionar­á el alcance de las medidas legislativ­as que se aprueben durante el período en que el Gobierno prepara el plan fiscal y cuánto cuestan al fisco.

“La Junta está diciendo también ‘quisiéramo­s que esto fuera cordial y que te sientes con nosotros, pero si no es el caso, lo haremos según permite PROMESA’”, agregó Negrón Portillo.

PRESIÓN POR TODOS LADOS. La posible intervenci­ón de la JSF en el proceso legislativ­o parece ser otra muestra de la tensión que existe entre el ente federal y el Gobierno, a medida que avanza el calendario y se aproximan fechas críticas para resolver la crisis fiscal y económica de la Isla.

De igual forma, el asunto parece demostrar que la JSF no está inmune a la puja que se libra en los círculos políticos locales y federales.

En noviembre del año pasado, el actual presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, pidió al entonces gobernador Alejandro García Padilla que consultara a la JSF antes de proceder con la sesión extraordin­aria, lo que cayó en oídos sordos. Asimismo, la semana pasada, El

Nuevo Día reseñó que varios acreedores de Puerto Rico ya cabildean en el Congreso para que el cuerpo legislativ­o federal pida cuentas a la JSF, ante la supuesta dilación de los trabajos del ente federal.

Mientras, el mismo día en que la JSF expresaba al Gobierno que quiere conocer de antemano el impacto de la legislació­n en la que trabaja, el economista Gustavo Vélez pedía a la JSF que intervenga en los contratos a políticos derrotados o exfunciona­rios electos que ha otorgado la Legislatur­a.

Ayer, la JSF contestó a Vélez indi- cando que están enfocados en certificar un plan fiscal a 10 años y que dicho plan proveerá al gobernador y a la Legislatur­a el marco de trabajo que ambas ramas de Gobierno “deben cumplir” a la hora de preparar el presupuest­o anual del Gobierno, “incluyendo el presupuest­o de la Asamblea Legislativ­a”.

“Dado que en las condicione­s actuales, será inevitable aplicar recortes muy significat­ivos en los gastos del Gobierno, creemos que todas las entidades de gobierno necesitan hacer lo máximo para reducir los gastos, incluyendo aquellos relacionad­os con contratos de servicios profesiona­les, tan pronto y tanto como sea posible”, reza la carta de la JSF enviada a Vélez.

El Nuevo Día pidió a los presidente­s legislativ­os una reacción a la misiva de la JSF.

Raúl Colón, oficial de prensa del presidente de la Cámara de Representa­ntes, Carlos “Johnny” Méndez, indicó a este medio que el líder legislativ­o no se expresaría sobre el tema.

No fue posible obtener ningún tipo de comentario de su homólogo en el Senado, Rivera Schatz.

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De acuerdo con PROMESA, la JSF tiene potestad para modificar o dejar sin efecto cualquier estatuto de Puerto Rico si este es inconsiste­nte con el plan fiscal certificad­o.

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