Situación fiscal de la AEE la mantiene rehén de apagones
Investigación interna recomienda acciones que son demasiado costosas
Aunque la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) sabe lo que tiene que hacer para evitar apagones como el del pasado 21 de septiembre, la realidad económica de la corporación pública le impide actuar y mantiene a sus clientes vulnerables a quedarse a oscuras nuevamente.
El informe final de la investigación interna del apagón, que la AEE compartió en exclusiva con El Nuevo Día, recomienda la sustitución de interruptores de aceite por interruptores de gas para “eliminar” la posibilidad de incendios. Esto, tras concluirse que el apagón fue provocado por cinco averías “en secuencia”, siendo una de ellas la explosión e incendio de un interruptor en la central Aguirre, en Salinas.
Javier Quintana, director ejecutivo de la AEE, reconoció que la sustitución de interruptores es costosa, aun dándoles prioridad a las unidades generatrices y centros de transmisión más relevantes del sistema. Cada interruptor cuesta entre $1 millón y $1.5 millones. El reemplazo del patio de interruptores en Aguirre, por ejemplo, costaría entre $15 millones y $17 millones.
“Esto nos lleva a la necesidad urgente que tiene la AEE de hacer una inversión significativa en las áreas de infraestructura”, dijo.
El informe recomienda, además, el establecimiento de un programa de prueba de los interruptores, a fin de detectar condiciones que puedan impedir su operación. También se sugiere evaluar los “bloques de carga” actuales, para asegurar que contienen la cantidad de demanda que necesitan. A largo plazo, se recomienda el reemplazo de todos los interruptores de más de 30 años.