Bondades de la malagueta
A pesar de sus numerosas propiedades medicinales, se ignora si el árbol está en riesgo de extinción
Esta semana fue noticia la intención del presidente del senado, Thomas Rivera Schatz, de derogar una ley que data de 1941, año en que los entonces hacedores de leyes en Puerto Rico decidieron que era necesario proteger los cultivos de la malagueta, planta medicinal con múltiples propiedades documentadas, pero apenas recordadas en Puerto Rico.
Antes de este episodio generado por la discusión del Proyecto del Senado 0079, la malagueta había sido noticia en verano de 2014 cuando se le identificó como ingrediente clave de un remedio para combatir los síntomas del temido virus del chikungunya. Según pacientes entrevistados entonces, síntomas como los dolores y la inflamación de articulaciones cedían con el consumo de un té de malagueta, mango verde y canela.
Sin embargo, las cualidades medicinales de esta planta eran asunto cotidiano para los primeros pobladores de Borinquen.
La etnobotánica María Benedetti documentó su uso por parte de santiguadores y sanadores a través de todo el País en su libro “Sembrando y sanando en Puerto Rico”. Juanita García, de Cidra, le indicó que había podido controlar la artritis “dándome un baño de plantas todas las semanas”, entre otras prácticas. “Preparo los baños de plantas con hojas de malagueta o con cebolla y miel rosada o con jengibre o con hojas del repollo”, contó entonces.
Citando el estudio TRAMIL, encabezado en los años 90 por la Universidad de Antillas y Guyana para investigar la farmacopea o el repertorio caribeño de sustancias medicinales, Benedetti agrega que entre las cataplasmas efectivas para tratar dolores de cabeza figuraban las de malagueta, así como los baños “hechos con hojas de achiote, higuereta, malagueta, poleo, anamú y albahaca” contra la gripe y las “lavativas de malagueta con manzanilla” para combatir infecciones vaginales cuando no se está embarazada.
Ese conocimiento ha sido refinado a través de otros estudios y formulaciones más modernas. La doctora Yolanda Rodríguez, directora de Clínicas Externas del Programa Doctoral en Medicina Naturopática que ofrece la Universidad del Turabo en su Escuela de Ciencias de la Salud, recuerda lo que han mostrado algunos.
“La Pimienta racemosa, de la especie Myrtaceae, es comúnmente conocida como malagueta, un árbol indígena de la isla de Puerto Rico. Algunos estudios han encontrado que esta particular planta ayuda a promover la salud, especialmente combatiendo enfermedades causadas por hongos. Estudios en laboratorios de investigación también han encontrado que su uso tópico apropiado ha probado ser más efectivo que Vancomycin para combatir una infección de la piel muy común y seria causada por (la bacteria) MRSA (methicillin-resistant Staphylococcus aureus)”, informa Rodríguez.
“Se ha reportado su uso en la isla para dar sabor a bebidas espirituosas como ron... Esas mismas bebidas pueden ser usadas en linimentos para el alivio de dolor artrítico o reumático. Como un aceite esencial destilado contiene 26 compuestos volátiles, la mayoría de ellos de la clasificación monoterpeno, que tiene usos variados... podrían servir como remedio para la caída de cabello y para prevenir la caspa o la irritación de cuero cabelludo. Como repelente de insectos, es muy bueno para repeler la polilla y otros”, agrega la profesional de la salud.
Aunque sin entrar en los méritos sobre la derogación de la Ley 18 de 1941 que protege esta especie, Rodríguez indica que habría que realizar estudios para determinar si está en peligro o amenazada. “De cualquier manera, por sus múltiples beneficios potenciales a la salud, se deben tomar medidas para preservar tanto su hábitat natural como el folclor y uso tradicional de esta planta”, propone.