CUANDO ADOPTAMOS UNA MASCOTA
Adoptar una mascota es maravilloso pero es algo que se debe hacer luego de analizar y estar bien seguro que es la decisión correcta.
Es un compromiso serio, de muchos años y, desafortunadamente, no siempre se atiende con la seriedad que amerita. La consecuencia se ve en los primeros meses del año, donde los refugios están abarrotados con muchos de esos perritos y gatitos bellos adquiridos en Navidad bajo impulso. Cuando esos perritos comienzan a crecer, a necesitar atención y ejercicio, y todo lo consideran un juguete, la mayoría de la gente no esta dispuesta a dedicarle el tiempo que requiere y que prometieron al adoptarlo.
Otro factor importante cuando estas decisiones se toman sin el adecuado análisis, es que no permite el tiempo para estudiar que tipo de mascota preferible para la familia a donde va: su estilo de vida, sus necesidades, su espacio, su situación económica entre otras, que son factores importantes para garantizar el éxito de esta relación.
Aun para las personas que se toman el tiempo de estudiarlo todo, puede que el pareo de la mascota con ellos no sea el mejor. Hay muchos amantes de animales que lo tratan todo y aun así no funciona y los llevan al refugio. No escuchamos mucho de estos casos porque, con razón, se sienten culpables ante la crítica por los empleados del refugio y hasta amigos y familiares. Esta decisión, para un amante de animales no es fácil.
Si uno entrega una mascota, luego de tratarlo todo, no quiere decir que es un fracaso, que no debe tener una o que el perro es malo. Sencillamente no era el perro correcto. Hay muchas razones por las cuales se entregan mascotas a los refugios, pero las más comunes son: Problemas de comportamiento. El perro es agresivo, llora/ladra o daña propiedad cuando se queda solo, muerde a personas, pelea con otras mascotas o tiene energía sin fin.
Salud. El perro tiene una condición que el adoptante no conocía y el costo de atenderlo está fuera de su alcance.
Algunos opinamos que una vez traes una mascota a tu hogar debes estar comprometido a ella no importa qué. Sin embargo, reconozco que hay casos y hay casos. Y que parte del compromiso que uno hace es, precisamente, asegurarnos que hacemos lo mejor por la mascota, y eso incluye la capacidad de admitir cuando el hogar no es el correcto. No está bien quedarse con un perro que pudiera herir o matar a otra de las mascotas en el hogar. No es saludable el estar preocupado porque pueda morder a tu niño o si resulta que tu hijo es alérgico.
Son muchos los escenarios y no es el lugar de nadie juzgar. Nosotros, mejor que nadie conocemos nuestra situación, y a veces debemos demostrar la misma compasión que expresamos por los animales con los humanos. Tenemos que recordar que muchas de las personas que se dan a la tarea de adoptar a una mascota, literalmente están salvando una vida, por lo que podemos entender que son amante de los animales.
Desafortunadamente no importa cuánto investigues, no siempre es posible predecir con exactitud cómo una mascota se comportará una vez en el hogar.
Si te das cuenta que la mascota no es la correcta, hay opciones que debes de considerar antes de entregarla. En la columna de la próxima semana, presentaremos varias alternativas.
QUÉ HACER CUANDO ESA DECISIÓN NO TIENE EL RESULTADO ESPERADO