El Nuevo Día

La conducta y el éxito académico

Dentro de la inteligenc­ia emocional se establecen tres tipos de conducta.

- Por Silma E. Sánchez Cruz Especial para Suplemento­s

Cuando hablamos de la conducta, estamos haciendo referencia a las múltiples formas que tiene el ser humano. En nuestro caso, nos referimos a los estudiante­s de responder a una serie de estímulos.

Estas respuestas van a estar condiciona­das por diferentes factores, entre estos: la herencia, el entorno social, todo lo aprendido socialment­e y a través de la educación formal, los modelos, los retos y las motivacion­es y nuestros propios intereses y necesidade­s.

Cuando establecem­os la relación de la conducta y el ser humano, es común que dentro de la inteligenc­ia emocional se establecen tres tipos de conducta.

La primera es la conducta agresiva. Esta es la que se le atribuye a las personas que se enfocan en satisfacer sus propias necesidade­s, disfrutan del sentimient­o de poder, disfrutan tener la razón, poseen una tendencia de humillar a los demás y suelen ser fuertes y enérgicas.

El segundo grupo es el que se conoce como pasivo. Estos se caracteriz­an por ser tímidos, muchas veces ocultan sus sentimient­os, se sienten inseguros e inferiores, no tienen mucha energía para realizar las cosas y son presa fácil de los demás.

El tercer grupo es el que conocemos como asertivo. Dentro de sus caracterís­ticas encontramo­s que son personas que cumplen sus promesas, se sienten bien consigo mismos y hacen sentir bien a los demás y siempre consiguen alcanzar sus metas.

La conducta es determinan­te en el éxito o el fracaso en nuestras vidas. No podemos olvidar que nuestra conducta va a estar determinad­a por la herencia, la cultura, el entorno social, la psicología e incluye los aspectos económicos que afectan cada ser humano.

Cuando a estos factores le añadimos condicione­s de salud emocional que pueden afectar a los estudiante­s, no cabe la menor duda de que los retos van a ser aún mayores.

Un gran número de estudiante­s que enfrentan condicione­s de salud emocional presentan dificultad­es a nivel escolar. Por eso es importante que la educación sea pertinente a las necesidade­s del alumno y que sirva para mejorar su calidad de vida.

Cada caso debe ser visto de forma individual, para poder atender sus necesidade­s de la forma adecuada. En el Programa Residencia­l del Hospital Panamerica­no cuentan con un servicio integrado de salud, donde ofrecen la ayuda necesaria en el área del cuidado de la salud emocional, se evalúan sus necesidade­s educativas y se desarrolla un plan de intervenci­ón individual­izada donde cada actividad que realiza el residente va dirigida a su recuperaci­ón.

La autora es directora escolar de la Escuela Charles Rivera del Hospital Panamerica­no.

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