Premio Nobel de Economía advierte sobre situación fiscal
Economista Stiglitz se suma a las críticas en contra del plan de la junta federal
Q WASHINTGON.- Miembros del Comité de Crecimiento Económico del Centro para una Nueva Economía (CNE) advirtieron ayer al Gobierno federal que está a tiempo de evitar que los duros recortes que se recomiendan para el presupuesto de Puerto Rico agraven la aguda situación fiscal de la Isla.
En una carta al editor del diario “The New York Times”, el profesor Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, mantuvo que los parámetros de austeridad que impondría la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) que controla las finanzas públicas de Puerto Rico, causarán más daño a la economía y harán además necesarios continuos recortes de la deuda.
Para Stiglitz, los recortes que pide la junta generarían una crisis económica comparable con los países en guerra civil.
Con su carta, Stiglitz buscó llamar la atención sobre el caso de Puerto Rico tras un editorial del pasado 21 de febrero en el cual el influyente periódico estadounidense alertó que nuevas medidas de austeridad en Grecia enterrarán más la economía de ese país.
Stiglitz, profesor en la Escuela de Negocios de Columbia University, indicó que el gobierno federal puede ver en el caso de Grecia -donde después de recortes en gastos y reestructuraciones de la deuda pública la Unión Europea aún discute un tercer rescate financiero-, un reflejo de lo que puede pasar en Puerto Rico.
Mientras la Unión Europea busca requerir a Grecia lograr un superávit de 3.5% en el Producto Bruto Doméstico, lo que Stiglitz considera una receta que prolongará la depresión económica que ha afligido a ese país europeo desde 2010, “cerca de casa, la junta designada para supervisar la reestructuración de la deuda de Puerto Rico demanda algo peor”. “El plan (de la junta), que pone los intereses de los acreedores por encima de los de la economía de la isla y el pueblo, creará una espiral de deuda. Al igual que en Grecia, (en Puerto Rico) la relación entre la deuda y el producto interior bruto aumentará y, con ello, la probabilidad de recortes cada vez mayores de la deuda. Los contribuyentes estadounidenses también perderán, ya que pagarán los costos de una mayor emigración hacia el continente”, indicó Stiglitz. Para el presidente del CNE, Miguel Soto Class, la intervención de Stiglitz refleja no solo que “un peso pesado” como el ex Economista en Jefe del Banco Mundial, “está pendiente del tema de Puerto Rico, sino que tiene un punto de vista diametralmente opuesto al de la Junta”.
Soto Class quisiera que las expresiones de Stiglitz comiencen a despertar al Congreso, donde considera que reina la percepción errónea de que con la ley PROMESA que impuso la junta y abrió la puerta a un proceso de reestructuración de la deuda, se acabaron las necesidades de la Isla.
Aunque la junta federal ha pedido implantar los recortes de cara a los dos próximos años fiscales, la realidad es que técnicamente se pide que se haga en un plazo de un año, pues comenzarían en julio de 2017 y tendrían que estar encaminados para el presupuesto que empieza 12 meses después. EL PLAN FISCAL. El gobernador Ricardo Rosselló -quien hoy remite su plan fiscal a la junta federal y presenta su mensaje sobre la situación del País ante la Legislatura de Puerto Rico-, ha afirmado que necesitará de tres a cinco años para balancear el presupuesto.
Como coinciden muchos economistas y la oposición política, el gobernador Rosselló ha indicado que la propuesta de la junta federal de quitarle a corto plazo $3,000 millones al presupuesto de la Isla, desplomará más la economía.
Los parámetros que ha ordenado la junta federal al gobierno de Puerto Rico incluyen además buscar $1,500 millones en nuevos recaudos.
Como parte del proceso de reajustes, la Junta considera que será necesario reducir en 10% los pagos de pensiones a los jubilados del gobierno y establece que puede ser necesario recortar en 79% el servicio de la deuda pública, que ronda los $69,000 millones.
Soto Class, quien prevé que el CNE tendrá en abril el primer evento formal de la Comisión de Crecimiento que terminan de formar para recomendar iniciativas de desarrollo económico, ha insistido en que aplicar medidas de austeridad en este momento impedirá una mejora a la situación de la isla. Ni siquiera distribuir en tres años los recortes va a mitigar la situación, dijo. “Es demasiado trabajo”, agregó. Los cálculos de la propia junta federal han sido que bajo sus parámetros la economía caería en un 16%.
“La contracción sería tan brutal que a Puerto Rico se le haría bien difícil sobrevivir”, dijo Soto Class, quien sostuvo que ante el rechazo que parece que mantendrá el gobernador Rosselló a recortes duros de cara al presupuesto 2018-2019, ahora es clave que la Junta suavice su receta.
La comisionada residente en Washington, Jenniffer González, considera que en algún momento después del 15 de marzo, una vez la junta federal rechace o certifique el plan fiscal del gobernador, habrá una audiencia del Comité de Recursos Naturales de la Cámara baja federal para examinar la implantación de la ley PROMESA.
Para Soto Class, lo ideal sería que la junta federal, el gobernador y sectores independientes de la isla fueran juntos al Congreso a demandar medidas de desarrollo económico y más tiempo para “Puerto Rico conseguir un vuelco en su economía”. “A todas las partes les conviene -dijo-, hacerlo bien en vez de hacerlo rápido”.