Wolverine como nunca visto
“Logan” estrena hoy en varias salas de cine de la Isla con una propuesta novedosa en su género
El momento en que una fórmula comercial se adueña de un género cinematográfico es el momento donde la creatividad artística de dicho género comienza a morir. Es por eso que un cineasta del calibre de Steven Spielberg se ha lamentado de la sobresaturación de películas de superhéroes y ha asegurado que el género morirá de la misma forma que murieron las películas de vaqueros. Es rara la vez que Spielberg se equivoca, pero de la misma forma que un filme como “Unforgiven” revitalizó el género del western, el estreno de “Logan”, el tercer filme de 20th Century Fox que tiene a Wolverine como protagonista, funciona como una declaración de independencia de las convenciones de las cintas de superhéroes.
El filme de James Mangold, que comienza a exhibirse hoy martes en Puerto Rico en un pre-estreno especial y el jueves comienza a exhibirse en los formatos “premiums” de Caribbean Cinemas, es la primera película de este género desde “The Dark Knight” en hacer algo genuinamente emocionante y arriesgado. De la misma forma que Christopher Nolan convirtió la batalla clásica entre el Joker y Batman en una exploración del bien y el mal dentro de una sociedad donde la única lógica moral es la anarquía, “Logan” es una exploración de lo que significa envejecer y ser traicionado por tu cuerpo y, aún más importante, de las tragedias que puede traer una cultura de violencia.
Pero lo que los fanáticos de “Wolverine” quieren saber es si esta película, que se ha dicho que es la última vez que Hugh Jackman va a interpretar el rol, le hace justicia al personaje. La contestación es afirmativa. Este es un “Wolverine” que jamás habíamos visto en pantalla. Es toda la humanidad de este mutante, su batalla interna con sus instintos violentos y como esto ha infectado todos los aspectos de su vida personal.
Lo otro que despliega esta película es el impacto de la violencia generada por este personaje que jamás cuadró con el molde de un superhéroe clásico. La violencia es extremadamente gráfica e impactante. Mejor aún es que el filme se encarga de que la misma trascienda el ser momentos memorables de una secuencia de acción, algo que sucede en varias ocasiones. El mensaje de que la violencia solo trae más violencia no es nuevo, pero el que sea el eje central de un filme de un personaje que fue diseñado como un arma letal es algo novedoso y en los mejores momentos de la película hasta conmovedor.
De la trama lo único que tiene que saber es que “Logan” sucede en un futuro no muy lejano donde los mutantes han vuelto a ser una minoría aislada. Los días de gloria de Wolverine y el Profesor X (Patrick Stewart) han pasado aunque una conspiración alrededor de una joven mutante los lleva a una nueva aventura.
El director ha construido este filme como un Western clásico donde los momentos de acción y violencia son en función del desarrollo de los personajes. Otra razón para ver este filme son las actuaciones magistrales de Jackman y Stewart en los roles que iniciaron en la franquicia de X-Men. Sin dar detalles lo único que tienen que saber es que esto es otra cosa. Y que los momentos más estremecedores del filme son aquellos en los que ambos actores interpretan su derrota ante el ideal de lo que supone que alguien con poderes especiales pueda hacer por la humanidad o incluso por las personas que más quiere.
Con estos logros el filme llega con suficiente vitalidad artística para haber revivido el género de estas películas por dos décadas más.