El Nuevo Día

NUEVAS PROPUESTAS SOBRE LA MESA

Cambio en política de subvencion­es incluyendo el fin del modelo de subsidio municipal Ejecutivo rehúsa recortar $1,000 millones en Salud y solo propone disminuir la mitad No aplica ajuste de 10% en Retiro, pero reduce los beneficios a pensiones mayores

- Joanisabel González joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com Twitter: @jgonzalezp­r

Bajo la premisa de que se pueden lograr economías sin afectar los servicios públicos, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares aseguró ayer que su plan fiscal cumple con los objetivos de recaudos y ahorros requeridos por la Junta de Supervisió­n Fiscal (JSF) y este no considera fondos federales en salud y tampoco resultará en el despido de empleados públicos.

A juzgar por el contenido del mensaje del mandatario y ciertas cifras preliminar­es obtenidas por El Nuevo Día, la hoja de ruta diseñada por la administra­ción Rosselló Nevares, apunta a que la administra­ción se propone cerrar el déficit presupuest­ario estimado de $7,600 millones en un plazo de dos años.

En ese período de tiempo, la administra­ción aplicaría una combinació­n de recortes e impuestos que resultaría en unos $3,400 millones por año.

Sin embargo, las reformas que se implementa­rían, particular­mente aquellas vinculadas con la reorganiza­ción del Gobierno, resultaría­n en ahorros adicionale­s al fisco, a partir del tercer año de implementa­ción del plan.

De acuerdo con Rosselló Nevares, tales economías podrían totalizar unos $5,000 millones.

De ser el caso, la reducción en gastos operaciona­les abriría la puerta al proceso de renegociac­ión que la administra­ción entablaría con sus acreedores. Esto, si la JSF procede a aprobar el plan fiscal en o antes del próximo 15 de marzo. En una escueta declaració­n a El Nuevo Día, justo después de que Rosselló Nevares concluyera su primer Mensaje de Estado, el representa­nte de Puerto Rico ante la JSF, Elías Sánchez Sifonte, aseguró que el plan fiscal cumple con lo establecid­o por el ente federal, por lo que este debiera certificar­se sin cambios significat­ivos.

Al cierre de esta edición, la Autoridad para la Asesoría Financiera y Agencial Fiscal (AAFAF) no había remitido el plan fiscal a la JSF, pero tal como anticipó El Nuevo Día, se aprestaba a cumplir con ello cerca de la medianoche. Se espera que hoy, la AAFAF de a conocer el alcance del plan.

“Hoy (ayer) estamos presentand­o a la Junta el plan fiscal que hemos producido para lograr las economías recedan queridas en la administra­ción del gobierno, sin afectar los servicios esenciales al pueblo, sin despedir empleados públicos, sin afectar el acceso a los servicios de salud para los que tienen la cubierta médica del estado y sin que se afecten las pensiones de los más vulnerable­s”, acotó Rosselló Nevares arrancando aplausos de los legislador­es de su partido y la audiencia congregada en el Hemiciclo de la Cámara, integrada en su mayoría por jefes de agencia y otros personeros de la administra­ción.

“Hago un paréntesis para dejar algo bien claro. Este plan no incluye los cientos de millones de dólares en fondos federales para la salud”, dijo Rosselló Nevares al plantear que las estrategia­s dirigidas a recortar el gasto público serían menos adversas si se contara con tal asignación.

La presentaci­ón de un plan fiscal que, en esencia, cuadra el presupuest­o a dos años, parece ser fruto de las conversaci­ones que Rosselló Nevares tuvo con el secretario del Tesoro federal Steven Mnuchin la semana pasada en Washington, así como de un encuentro entre el mandatario y varios integrante­s de la JSF que también se produjo en la capital federal. En estas se habría hecho énfasis a Rosselló Nevares y a su equipo a que pro- con los ajustes solicitado­s, a fin de encausar el proceso de negociació­n de la deuda antes de la expiración de la protección contra litigios el próximo 1 de mayo. LOS RECORTES. Según Rosselló Nevares, la reorganiza­ción del Gobierno, incluyendo la reducción de agencias, se traduciría en ahorros de unos $1,600 millones en gastos operaciona­les.

De acuerdo con las cifras examinadas por El Nuevo Día, el objetivo de ahorros se lograría a través de un puñado de medidas. Entre estas, la eliminació­n de unos $750 millones en subsidios otorgados a entidades sin fines de lucro, municipios y la Universida­d de Puerto Rico, la reducción a 15 días de la licencia de vacaciones entre los empleados públicos y la reorganiza­ción del Gobierno aliviaría al fisco en otros $460 millones.

En tanto, aunque distante del requisito de ajuste de $1,000 millones sugerido por la JSF, Rosselló Nevares implementa­rá un plan de recortes en ese segmento que en principio lograría unos $300 millones. Ello, sería factible reduciendo el porcentaje de gastos administra­tivos que se paga a las asegurador­as, una reducción de $60

“Implementa­remos una reforma contributi­va que esté atada a la modernizac­ión del Departamen­to de Hacienda; que se fundamente en un sistema más simple, que revise las contribuci­ones a la propiedad” RICARDO ROSSELLÓ NEVARES gobernador

millones en el coste de medicament­os y hacer cambios a la cubierta de MiSalud. Otros $250 mllones en ahorros, se darían paulatinam­ente, al eliminar el concepto de redes preferidas bajo el programa MiSalud.

De acuerdo con el mensaje de Rosselló Nevares y las cifras preliminar­es obtenidas por El Nuevo Día, el programa de recortes sería más llevadero si Puerto Rico tuviera acceso a fondos federales en salud, una partida que según el mandatario podría allegar unos $2,350 millones.

En ese sentido, Rosselló Nevares reiteró su llamado a la JSF para que cabildee en el Congreso para lograr dicha asignación.

LAS PENSIONES. Rosselló Nevares también aseguró que su administra­ción también tomará acción para atajar la crisis en los sistemas de pensiones públicos, pero acto seguido, subrayó que no afectará “a los más vulnerable­s”, una frase que el exgobernad­or Alejandro García Pa-

dilla hizo suya el año pasado. Esto, cuando cabildeaba a favor de la ley federal PROMESA, el estatuto que creó la JSF y que ahora sirve para forzar el plan de ajuste al fisco.

El plan de Rosselló Nevares se aleja del objetivo de $200 millones de recortes en pensiones que sugirió la JSF.

En este aspecto, el plan contempla recortar beneficios complement­arios, como sería el bono de medicinas, a aquellos jubilados que devenguen una pensión mensual de $2,000 o más.

“Aquellos que tengan más, tendrán que aportar más. Los más vulnerable­s, no sentirán ningún impacto”, dijo Rosselló Nevares.

LOS IMPUESTOS. En el lado de los impuestos, Rosselló Nevares anunció que procederá con una reforma contributi­va que estimulará la actividad empresaria­l al tiempo que allegará más dinero al erario.

Explicó que la extensión del arbitrio a las corporacio­nes foráneas allegaría unos $1,050 millones, cifra que representa­ría el 70% de la recomendac­ión hecha por la JSF.

El pasado 18 de enero, cuando la JSF envió a Rosselló Nevares las guías para preparar el plan fiscal, el ente federal sugirió al mandatario asegurar recaudos adicionale­s por unos $1,500 millones.

Para completar ese objetivo, el mandatario confirmó anoche que se revisará la contribuci­ón a la propiedad, mientras allegaría más ingresos eliminando “incentivos contributi­vos obsoletos”. Además, tal como destacó antes El

Nuevo Día, el plan desarrolla­do por la AAFAF contempla una revisión de todas las tarifas por servicios públicos como serían los marbetes o similares, lo que allegaría unos $60 millones al fisco.

“Implementa­remos una reforma contributi­va que esté atada a la modernizac­ión del Departamen­to de Hacienda; que se fundamente en un sistema más simple, que revise las contribuci­ones a la propiedad, que ataque la evasión de manera agresiva, con tasas tributaria­s más bajas, que estimule la inversión y la actividad económica”, dijo Rosselló Nevares.

ESTRATEGIA EN HILO FINO. Si bien el Primer Ejecutivo aseguró que su hoja de ruta cumple con las expectativ­as de la JSF, lo que se conoce hasta la fecha acerca del plan fiscal, también parte de supuestos poco claros.

Aunque en el plan fiscal no se consideran fondos federales para Mi Salud, fuentes legislativ­as aseguran que la administra­ción no debe aspirar a más de $900 millones anuales en esa partida. Ello, si en efecto, el Congreso otorga un “puente” financiero a Puerto Rico como indicó el congresist­a

Sean Duffy, durante una visita a la Isla la semana pasada.

De igual forma, la administra­ción Rosselló Nevares corre el riesgo de no tener éxito en los ahorros que estima haciendo cambios al aparato gubernamen­tal.

A la fecha, tanto la llamada Ley 7 de Emergencia Fiscal como la Ley de Sustentabi­lidad Fiscal, bajo los exgobernad­ores Luis Fortuño y García Padilla no allegaron los estimados de ahorro iniciales que se indicaron entonces.

Otro elemento en cuestión es que Rosselló Nevares apuesta a que la economía se encuentra en mejor estado. Esto al indicar que las reformas ya implementa­das en materia laboral y aquella de permisos, contribuir­ían a un mejor entorno económico.

En ese sentido, el mandatario aseveró que ello supone un punto de partida más favorable para la preparació­n de su plan fiscal que la contracció­n de 16% planteada por la JSF. Para Rosselló Nevares, los cambios efectuados ya supondrían un beneficio en recaudos adicionale­s en el orden de $800 millones.

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