SABOR NATURAL SIN PRISA EN TE*TA’S LA COCINA, EN CAYEY
Te*Ta’s La Cocina, en Cayey, es un espacio donde el buen comer y beber se da en un ambiente de confraternización
“Mi comida es puertorriqueña moderna”, resumió Karla, la encargada de crear y elaborar el menú, del que resaltan ingredientes como la yuca y las hierbas frescas. Todas de cosecha local.
El bartender Jean Paul Cotto hizo el primer ofrecimiento con una selección de las novedosas combinaciones que ofrece a los visitantes. Son los cócteles con bourbon whiskey y toques de albahaca morada una de sus especialidades. Los mojitos, asimismo, resultan una sorpresa de la casa por las opciones de zanahoria, tamarindo, remolacha, piña fresca con jengibre e infusión de lavanda.
Margaritas y sangrías completan la refrescante oferta de bebidas que bien se puede disfrutar al borde de la barra, donde es inevitable dejar perder la vista entre las distintas tonalidades de verde que enmarcan, o jugando billar, o simplemente como acompañante mientras conversa.
En Te*Ta’s el menú nunca es fijo, pero dentro de las variedades que se ofrecen siempre hay carnes como churrasco, pollo, pastas, hamburguesas, pescados (según la temporada) y verduras. Hay, inclusive, opciones vegetarianas y veganas.
Karla presentó entre los aperitivos lo que han denominado “La tetada”, que consiste de montados de churrasco con casabe (o tostón de yuca), croquetas de risotto con tope de ensalada de cangrejo y salsa picante, y los solicitados Rellenitos de Mami de carne con aioli de chipotle ahumado. Estos rellenitos -receta de la madre de Karla- también se pueden encontrar de bacalao o vegetales.
El plato principal fue una explosión de sabores, colores y texturas: Ravioli rellenos de espinaca y queso asiago con coles de bruselas y setas portobello.
EL ORIGEN. “Ha sido una cosa de magia, porque ni soy chef, ni cuando se me ocurría algo, empezaba a practicarlo, sino siempre ha sido ‘se me ocurrió esto, sácalo’ y la gente decía, ‘wow, qué rico’, y así sale un plato”, detalló la chef aficionada, pues ni ella ni Eva, como se da a conocer su Evelyn, tienen formación en gastronomía.
La relación de Karla con el mundo de los restaurantes se dio a través de sus años de mesera. Sus estudios universitarios los completó en mercadeo y trabajó por 11 años para marcas de skateboarding y surfing.
“Me gusta mucho leer y estar todo el tiempo aprendiendo. Creo que la pequeña experiencia que tuve en restaurantes ‘fine dining’ de poder ver cosas llevando la comida a otro nivel, siempre me llamó la atención”, compartió la cayeyana.
Eva es el alma de Te*Ta’s. Es inquieta. Invita a probar, a sentarse cómodo, a ser libre dentro de su espacio. Para ella, esta experiencia fue igualmente novel.
“Estuve trabajando para una compañía prácticamente por 11 años, y mi parte era la creativa, logística, aseguramiento de ventas, en ese trabajo lo que hice fue aprender lo que son las estrategias de venta a través de lo visual”, expuso. Ahora Karla la llama su “control fiscal”.
“Ella es la que dice, ‘esto está sabroso, pero lo vamos a montar de esta manera’, y hacemos una combinación bien balanceada, dentro del conocimiento que yo pueda tener”, sostuvo Karla, quien tiene empleados a cuatro meseras, un bartender y un ayudante.
El nombre de Te*Ta’s tiene múltiples significados, especialmente es un homenaje a lo que representan como fuente principal de alimento para los humanos y otros seres vivos.
Finalmente hay otro regla para quienes deseen llegar a este lugar: los domingos es el día de mayor clientela, por lo que la espera es larga. Tenga calma.
Para llegar, acceda en Facebook a la página de Te*Ta’s la cocina donde se detalla con claridad cómo llegar. Se encuentra también el “pin” para marcar en el mapa digital, o “GPS”.