5 PREGUNTAS a Frederich Cepeda
Frederich Cepeda forma parte de un club de 20 jugadores que ha tenido la oportunidad de participar de las cuatro ediciones del Clásico Mundial de Béisbol y acompaña en esa lista a los boricuas Carlos Beltrán, Yadier Molina, Orlando Román y Juan Carlos Romero. Cepeda fue escogido para formar el equipo cubano a pesar de venir de una lesión que lo tuvo alejado del diamante por meses. A los 36 años y ya tirando los últimos cartuchos de su amplio arsenal de talento, el jardinero derecho cubano, quien tira la derecha y batea a las dos manos, valora vestir la franela nacional una vez más. ¿Desde tu perspectiva del atleta más experimentado en el equipo, como miras hacia un cuarto Clásico? “Pienso que es una gran oportunidad estar en cuatro clásicos, porque es una edición que comenzó en el 2006 y con un futuro muy grande que tiene el Clásico Mundial. Tener la oportunidad de abrir en el primero y ahora a estas alturas todavía estar en el cuarto clásico, me da una visión muy bonita de lo que es el béisbol”. ¿Llegaste a pensar que después de la intervención quirúrgica, no estarías en el equipo? “Siempre queda la duda, no solamente de estar en el Clásico, porque el Clásico pasa y continúa la vida, pero llegué a pensar que no iba a quedar como para jugar béisbol. El pensamiento que te queda cuando te intervienen quirúrgicamente o en una lesión es cómo vas a quedar; es lo más difícil. Hablaba mucho con los médicos y ellos me dieron mucha confianza, y me aseguraron que iba a estar bien. Como son médicos cubanos, lo hicieron todo pensando en el cariño que me tienen como deportista, en que podría estar nuevamente en el Clásico, que se sienten muy orgullosos de esos peloteros”. ¿Después de haber logrado tantas cosas en el béisbol, que te sigue motivando? “Seguir jugando béisbol, pues para mí el béisbol es una pasión. Es parte de mi vida, el día que no juegue béisbol, se lo he planteado a los médicos y a muchas personas, se apaga una parte de mi vida. El béisbol me ha acompañado desde pequeño, es mi razón de ser, y cada día que pasa, tengo más sed y más hambre de jugar al béisbol. Me lamento mucho a veces por las lesiones que he tenido, porque el espíritu de seguir jugando lo tengo y quisiera que todos los días hubiese béisbol”. No es secreto para nadie que no es el mejor momento para el béisbol cubano, ¿cómo miras a este equipo? “El equipo está motivado. Hemos tenido una serie de juegos en Asia y el cambio de horario nos ha afectado. Estamos a 12 o 14 horas de diferencia y esas son cosas que influyen en el rendimiento. Pero el equipo está muy motivado”. ¿Tienes la mente puesta más allá del Clásico? “Sí, después del Clásico, seguir jugando béisbol. Llegando a Cuba estaré entrenando nuevamente para empezar lo que venga”.