Los secretos de su éxito
CUATRO MUJERES y sus historias de tenacidad. ¿El denominador común? Fuerza de voluntad, trabajo y el empoderamiento que surgió del apoyo de mentores -mujeres u hombres- que las retaron y les ofrecieron guía. En honor del Día de la Mujer, te las presentamo
¿Cuál es el logro profesional del que estás más orgullosa?
Luego de trabajar de oficial jurídico en el Tribunal Supremo de Puerto Rico y de abogada en el sector público y privado, poder encontrar en la pintura la manera de expresar mi esencia humana y compartirla para el disfrute de mis compueblanos es lo máximo. Al pintar en vivo por tres años en la plaza Palmer de Caguas pude llegar a muchas personas que no conocían el arte, hablarles y entusiasmarlos a participar de los programas del Taller de Artes Plásticas del Municipio de Caguas. El poder conversar día a día con grandes y chicos enriqueció mi espíritu de una manera extraordinaria. Siempre estaré agradecida de esta experiencia.
¿Quién ha sido la mujer que más influyó en tu carrera?
En cuanto a las profesiones de abogada y CPA, definitivamente mi querida hermana Lcda. Melba Acosta Febo fue mi mentora. Vivíamos juntas en Río Piedras al estudiar Derecho en la UPR, y al tomar las dos reválidas. En cuanto al arte, mi profesora de flamenco Lola Sánchez, ya que a través del baile aprendí a fluir y dejarme ir con la música. Es el mismo proceso creativo que utilizo al pintar. Siempre la recuerdo con cariño.
¿Qué cualidades debe tener una mentora?
Si tienes a alguien que ya ha recorrido el camino antes que tú, esa persona te lo facilita. Te animará a continuar, no importa lo difícil que sea. Es una fuente grande de conocimiento y experiencia a la cual puedes acudir.
¿Cuál es esa amonestación que siempre te redirige al éxito?
Mi fe y positivismo. Siempre trato de verle el lado bueno a todo y tengo siempre puesta mi confianza en Dios. Ser flexible y abierta a los cambios, cuando trabajas con otras personas, es importante.
¿Tú también has sido mentora?, ¿cómo se ha convertido en un proceso de empoderamiento mutuo?
Actualmente comparto en la redes sociales con muchos artistas, que básicamente nos damos “feedback” sobre obras y proyectos. Compartimos el arte. Es una herramienta increíble el poder tener el insumo de artistas de diferentes disciplinas. Nos enriquecemos mutuamente. Me encanta animar a todos a visitar las exposiciones de arte, conciertos de música y todo lo que promueva la belleza del espíritu y su despertar.
¿Cuál es el logro profesional del que estás más orgullosa?
Comencé mi carrera estudiando Agronegocios en la Universidad de Puerto Rico Recinto de Mayagüez, lo que me ayudó a integrarme formalmente a la empresa de mi familia, aunque trabajaba allí desde los 13 años, todos los veranos y navidades. Luego estudié Derecho en la Universidad Interamericana y ejercí como abogada laboral y en derecho marítimo. Sin embargo, al mes de haberme casado me quedé sin trabajo y decidí -con el apoyo incondicional de mi esposo- convertirme en empresaria estableciendo mi propia boutique de ropa íntima. Ocho años después me siento sumamente orgullosa de haber creado Blossom de la nada y de romper con los esquemas de que la ropa íntima es solo para mujeres con cuerpos de modelo.
¿Quién ha sido la mujer que más influyó en tu carrera?
Siempre he admirado a las mujeres fuertes de carácter que nunca han tenido miedo de ser ellas, eso lo heredé de mi abuela paterna. Mi carrera como empresaria surgió de un día para otro y cuando le dije a mi familia que iba a abrir Blossom la reacción no fue positiva, pero aún así no me rendí. Mi madre influyó y yo misma, que tuve que sacar fuerzas de donde no las tenía. También conocí a Maribel Castrodad, cuando colaborábamos en unos segmentos del programa “Entre nosotras” en WAPA y ella fue una gran visionaria con su concepto de spa en la Nouvelle D’Esthetique. Intercambiábamos vivencias y me apoyaba. También admiro a mis compañeras dueñas de tiendas en Suchville, porque ser madre y empresaria no es fácil y los pequeños negocios son un mundo de aventuras. Por ejemplo, me encanta Glorimar Ripoll de Pio Mu e Ileana Torruella de Baby Bull. Y en Blossom he conocido a muchas empresarias puertorriqueñas que me dan consejos en esos ratitos que conversamos mientras están de compras.
¿Tú también has sido mentora?
El concepto de mentoría en mi caso es innato. Lo he visto continuamente en mi padre y en mi abuelo, don Gualberto Rodríguez. Él estaba muy interesado en dejar un legado y por eso establecimos una Fundación y el Fondo de Becas Gualasia -que trabajamos en conjunto a la Fundación Comunitaria de Puerto Rico- para estudiantes oriundos de Jayuya, (pueblo natal de mis abuelos), que quieran cursar estudios en ciencias agrícolas y postgrados en genética agrícola.
¿Cuál es el logro profesional del que estás más orgullosa?
Haber podido trabajar en Relaciones Públicas en la ciudad de Nueva York. Los años que trabajé allí no sólo me enriquecieron profesionalmente, sino que también me prepararon para la vida que tengo hoy, lejos de mi casa y familia.
¿Quién ha sido la mujer que más influyó en tu carrera?
Me siento muy afortunada el haber encontrado a lo largo de mi carrera profesional mujeres dignas de admirar y emular. Puedo destacar específicamente a dos. La primera fue mi jefa cuando trabajé en Nueva York. Yo era una novata en la industria de Relaciones Públicas y ella “took me under her wing”. Me enseñó todo lo que ella conocía y me demostró de todo lo que yo era capaz. Me enseñó a encontrar mi voz y valentía en una empresa e industria dominada por hombres. La segunda mujer llegó años después, en un momento en el cual me encontraba sin trabajo en Puerto Rico. Ella reconoció mis capacidades y fortalezas y me ofreció el trabajo que cambió mi vida. Como mentora me retó, me enseñó, me aconsejó y me demostró que una mujer preparada, educada y que tiene el deseo de ser exitosa, puede enfrentar cualquier obstáculo.
¿Cuál es esa amonestación que siempre te redirige al camino del éxito?
Ninguna tarea es demasiado pequeña.
¿Tú también has sido mentora? ¿cómo se ha convertido en un proceso de empoderamiento mutuo?
Creo que sí, que he sido mentora, aunque el que puede decirlo es la persona que he guiado. Sí he trabajado con mujeres y hombres con los cuales he compartido mi conocimiento y experiencias para ayudarlos a enriquecerse profesionalmente.
¿Cuál es el logro profesional del que estás más orgullosa?
El haber empezado a trabajar en la posición más básica en el mercado de la belleza haciendo muestreo “part-time” como consultora y haber crecido profesionalmente hasta lograr la posición más alta, de Presidenta y Gerente General en Puerto Rico, en una empresa de belleza internacional.
¿Quién ha sido la mujer que más influyó en tu carrera?
La creadora de la empresa para la que trabajé 30 años, Elizabeth Arden. Su historia me hipnotizó y me motivó a seguir su legado. No tuve la oportunidad de tener una mentora mujer, pero tuve un mentor que me apoyó durante gran parte de mi carrera y a quien agradezco inmensamente todo lo que me enseñó.
¿Cómo esa filosofía te ayudó a reinventarte cuando tus circunstancias cambiaron?
Cuando la empresa a la que le dediqué 30 años de mi vida decidió cerrar operaciones confieso que sentí que me habían quitado el piso, me sentí flotando y perdida. No lo vi venir, me recriminé. Me tomé unas buenas vacaciones, disfruté de las navidades sin trabajar por primera vez y con el nuevo año comencé a evaluar mis opciones. Decidí que montaría mi propio negocio. Pero antes de viajar a Estados Unidos a una convención de belleza y a reunirme con las dos compañías con las que estaba negociando para abrir un negocio, mi esposo enfermó, se le taparon las carótidas y lo operaron de emergencia. Tuve que cancelar todo. La prioridad era mi familia. Durante este tiempo, formé parte de la Junta de Directoras de WWL y una de las miembros nos solicitó al grupo si queríamos dar una charla sobre algún tema de empresarismo dirigido a la mujer, en el mes de la mujer. Y así comenzó este nuevo proyecto: Mujer Emprende Puerto Rico. De una charla de un día donde esperábamos 40 mujeres, llegaron 120. Así nos dimos cuenta de que había una necesidad de proveer apoyo, educación y motivación a las mujeres que como yo, se encontraban en una encrucijada y querían emprender pero no sabían por dónde empezar. De este grupo, cinco mujeres nos comprometimos a contribuir al desarrollo social y económico de Puerto Rico a través de esta organización sin fines de lucro que creamos en mayo de 2016. Nuestra misión es “Despertar la pasión por emprender en cada mujer” y para mí se ha convertido en un trabajo a tiempo completo. Aunque es sin paga económica, me ha llenado de satisfacciones y le ha dado nueva vida a mi vida.